Las guerras dicen que ocurren por nobles razones: la seguridad internacional, la dignidad nacional, la democracia, la libertad, el orden, el mandato de la civilizacin o la voluntad de Dios. Ninguna tiene la honestidad de confesar: Yo mato para robar.
No menos de tres millones de civiles murieron en el Congo a lo largo de la guerra de cuatro aos que est en suspenso desde fines de 2002.Murieron por el coltan, pero ni ellos lo saban. El coltan es un mineral raro, y su raro nombre designa la mezcla de dos raros minerales llamados columbita y tantalita. Poco o nada vala el coltan, hasta que se descubri que era imprescindible para la fabricacin de telfonos celulares, naves espaciales, computadoras y misiles; y entonces pas a ser ms caro que el oro.
Casi todas las reservas conocidas de coltan estn en las arenas del Congo. Hace ms de cuarenta aos, Patricio Lumumba fue sacrificado en un altar de oro y diamantes. Su pas vuelve a matarlo cada da. El Congo, pas pobrsimo, es riqusimo en minerales, y ese regalo de la naturaleza se sigue convirtiendo en maldicin de la historia.
Los africanos llaman al petrleo mierda del Diablo. En 1978 se descubri petrleo en el sur de Sudn. Siete aos despus, se sabe que las reservas llegan a ms del doble, y la mayor cantidad yace al oeste del pas, en la regin de Darfur.
All ha ocurrido recientemente, y sigue ocurriendo, otra matanza. Muchos campesinos negros, dos millones segn algunas estimaciones, han huido o han sucumbido, por bala, cuchillo o hambre, al paso de las milicias rabes que el gobierno respalda con tanques y helicpteros.Esta guerra se disfraza de conflicto tnico y religioso entre los pastores rabes, islmicos, y los labriegos negros, cristianos y animistas. Pero ocurre que las aldeas incendiadas y los cultivos arrasados estaban donde ahora empiezan a estar las torres petroleras que perforan la tierra.
La negacin de la evidencia, injustamente atribuida a los borrachos, es la ms notoria costumbre del presidente del planeta, que gracias a Dios no bebe una gota.
l sigue afirmando, un da s y otro tambin, que su guerra de Irak no tiene nada que ver con el petrleo. Nos han engaado ocultando informacin sistemticamente, escriba desde Irak, all por 1920, un tal Lawrence de Arabia: El pueblo de Inglaterra ha sido llevado a Mesopotamia para caer en una trampa de la que ser difcil salir con dignidad y con honor. Yo s que la historia no se repite; pero a veces dudo.
Y la obsesin contra Chvez? Nada tiene que ver con el petrleo de Venezuela esta frentica campaa que amenaza matar, en nombre de la democracia, al dictador que ha ganado nueve elecciones limpias?
Y los continuos gritos de alarma por el peligro nuclear iran, nada tienen que ver con el hecho de que Irn contenga una de las reservas de gas ms ricas del mundo? Y si no, cmo se explica eso del peligro nuclear? Fue Irn el pas que descarg las bombas nucleares sobre la poblacin civil de Hiroshima y Nagasaki?
La empresa Bechtel, con sede en California, haba recibido en concesin, por 40 aos, el agua de Cochabamba. Toda el agua, incluyendo el agua de las lluvias. No bien se instal, triplic las tarifas. Una pueblada estall, y la empresa tuvo que irse de Bolivia. El presidente Bush se apiad de la expulsada, y la consol otorgndole el agua de Irak.Muy generoso de su parte. Irak no slo es digno de aniquilacin por su fabulosa riqueza petrolera: este pas, regado por el Tigris y el ufrates, tambin merece lo peor porque es la ms rica fuente de agua dulce de todo el Oriente Medio.
El mundo est sediento. Los venenos qumicos pudren los ros y las sequas los exterminan, la sociedad de consumo consume cada vez ms agua, el agua es cada vez menos potable y cada vez ms escasa. Todos lo dicen, todos lo saben: las guerras del petrleo sern, maana, guerras del agua.
En realidad, las guerras del agua ya estn ocurriendo. Son guerras de conquista, pero los invasores no echan bombas ni desembarcan tropas. Viajan vestidos de civil estos tecncratas internacionales que someten a los pases pobres a estado de sitio y exigen privatizacin o muerte. Sus armas, mortferos instrumentos de extorsin y de castigo, no hacen bulto ni meten ruido.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, dos dientes de la misma pinza, impusieron, en estos ltimos aos, la privatizacin del agua en 16 pases pobres. Entre ellos, algunos de los ms pobres del mundo, como Benn, Nger, Mozambique, Ruanda, Yemen, Tanzania, Camern, Honduras, Nicaragua El argumento era irrefutable: o entregan el agua o no habr clemencia con la deuda ni prstamos nuevos.
Los expertos tambin tuvieron la paciencia de explicar que no hacan eso por desmantelar soberanas, sino por ayudar a la modernizacin de los pases hundidos en el atraso por la ineficiencia del Estado. Y si las cuentas del agua privatizada resultaban impagables para la mayora de la poblacin, tanto mejor: a ver si as se despertaba por fin su dormida voluntad de trabajo y de superacin personal.
En la democracia, quin manda? Los funcionarios internacionales de las altas finanzas, votados por nadie? A fines de octubre del ao pasado, un plebiscito decidi el destino del agua en Uruguay. La gran mayora de la poblacin vot, por abrumadora mayora, confirmando que el agua es un servicio pblico y un derecho de todos.
Fue una victoria de la democracia contra la tradicin de impotencia, que nos ensea que somos incapaces de gestionar el agua ni nada; y contra la mala fama de la propiedad pblica, desprestigiada por los polticos que la han usado y maltratado como si lo que es de todos fuera de nadie.
El plebiscito de Uruguay no tuvo ninguna repercusin internacional. Los grandes medios de comunicacin no se enteraron de esta batalla de la guerra del agua, perdida por los que siempre ganan; y el ejemplo no contagi a ningn pas del mundo. ste fue el primer plebiscito del agua y hasta ahora, que se sepa, fue tambin el ltimo.
Fuente: Brecha, Uruguay