A simple vista parece tan cubano y gente de pueblo como cualquiera de nosotros, y en efecto lo es —al menos así lo sentimos— aun con su origen y nacionalidad brasileña. Tiene ese don de la humildad y una enorme capacidad análitica que le permite adecuarse al contexto cubano, y resignificarlo a través del intercambio con quienes habitamos esta isla.
Muchos participantes en el Seminario de Reflexión y Profundización sobre formación política, educación popular y trabajo de base, lo vimos por primera vez durante esos días de febrero de 2018 en el Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr., pero fueron suficientes esas jornadas para contagiarnos con su pasión y enriquecernos el alma con las experiencias compartidas.
Ranulfo Peloso Da Silva nació en la Amazonía brasileña, un minuto debajo del Ecuador, según me comentó en una entrevista, y después de irse a estudiar y formarse a 3 000 km de allí, regresó por unos años; actualmente vive en San Pablo.
Es jubilado del Centro de Educación Popular del Instituto Sedes Sapientiae (CEPIS). Ha acompañado y asesorado movimientos como el Partido de los Trabajadores en su natal Brasil, y ha dedicado su vida a la formación política de las personas en el campo de la Educación Popular (EP) conectada a Paulo Freire, que es una pedagogía de los oprimidos.
Según comentó, quienes siguen la línea de Freire, parten de la idea de que la formación no se da de arriba hacia abajo, pues la educación popular es un auditorio, un conversatorio, un diálogo, como dijo Sócrates: “nadie sabe todo y nadie sabe nada”.
Explicó que la dominación se da por esta especie de formación en la que una persona o una clase convence a otra de que es superior. La EP te dice que todos sabemos algo y podemos compartirlo. Es despertar el potencial que ya tienes y extraerlo. El educador no es un facilitador, es un problematizador, que busca despertarte, desafiarte para nuevos conocimientos, que te ayuda, pero tienes que decidir tú. Esto levanta tu autoestima y te convierte en parte.
En esas jornadas intensas de seminario, integrantes de las redes Fe por Cuba y de Educadores y Educadoras Populares, así como de organizaciones afines en visiones y objetivos como el proyecto Nuestra América y el Instituto de Filosofía; intercambiamos sobre cómo construir un mejor socialismo, donde el pueblo sea sujeto, protagonista y no figurante porque es importante que la gente se descubra a sí mismo como actor. Esto es más que hablar, es una participación completa e integral de la persona en los procesos, no solo con el cuerpo, sino con los sentimientos y los pensamientos.
A través de anécdotas, chistes y métodos participativos, el profe Ranulfo nos recalcó la importancia de unir el discurso con la práctica intencionada, porque el conocimiento es información más acción.
Los más de 30 asistentes al encuentro, aprehendimos saberes relacionados con la formación y el trabajo en la base, que nos permitirán llevar a la vida cotidiana los conceptos abstractos para hacer comunes estrategias y propuestas.
¿Cómo pasar de una acción espontánea a una acción intencionada? ¿Cómo preparar militantes e incorporar a la multitud? ¿Cómo direccionar a quiénes ya están actuando? Alrededor de estas y otras interrogantes se movió el debate que fue valorado por los presentes de enriquecedor, ameno y dialógico.
En el cierre del Seminario, Ranulfo recibió un regalo espiritual en el que aparecían mensajes como los siguientes:
“Fueron días muy lindos, de mucho aprendizaje; creo que el más importante tiene que ver con que a veces sin darnos cuenta, nos dejamos vencer en lo más íntimo, pareciera que seguimos luchando, pareciera que seguimos con altivez y esperanza, pero solo parece, no es tan real, dentro algo va apagándose y es necesario avivar la llama, la fuerza de la alegría, no dar paso al cansancio o la decepción; pareciera que estamos por sobre todas esas cosas feas; pero no es verdad y hay que estar atentos para no convertirnos en jardineros de flores que ya se fueron, hay que cuidar de las flores de cada día, con el mismo amor y la misma agua fresca. No quiero envejecer en la nostalgia o la tristeza de los vencidos…”
“No imaginas lo útil que ha sido para nuestra organización decirle que casi todas las modificaciones que hicimos a nuestro trabajo para el próximo año fueron derivadas de los análisis que tuvimos juntos”.
“Le confieso que el seminario sobre Formación Política y Educación Popular fue muy útil para mí que recién me estoy adentrando en los caminos de la Educación Popular, fue sumamente provechoso y estoy poniendo en práctica muchas de sus enseñanzas YA desde el diseño de los espacios que coordino”.
“Gracias, por ayudarnos a reafirmar y a redescubrir el trabajo político de base como misión de entrega de cuerpo, mente y corazón…, en la construcción de nuevas insurgencias…”
“Como siempre, aprender juntos, es un regalo… aviva mi fe en la coherencia… reafirma mi compromiso militante en la lucha”.