Este es un libro de testimonios, no un archivo documental ni siquiera una biografía. No hay rigor cronológico en el orden y hay muchos vacíos y baches.
Los nombres de los testigos sólo algunas veces camuflados ahí están. Al tratar de reconstruir el retrato de Oscar Romero el más universal de los salvadoreños la verdad de todos estos testimonios llegó muy cargada de amor o muy matizada ya por la dorada luz del icono y la leyenda.
Este es un libro incompleto, y queda abierto a crecer y madurar con el aporte de muchos más testigos, a los que no se pudo llegar.
Está dedicado al pueblo salvadoreño, al pueblo que hizo a Moseñor Romero.