Es un escándalo mayúsculo que en pleno siglo XXI, gorilas militarizados al servicio de la más rancia oligarquía irrumpan en el escenario político para destruir la normalidad institucional, por lo cual la presencia del Presidente Zelaya en su país es un buen augurio para la democracia hondureña y latinoamericana.
El gobierno de facto de Roberto Micheletti es un amargo recuerdo de tiempos pasados: represión generalizada al movimiento popular, detenidos políticos, Estado de Sitio y toque de queda, militarismo y pisoteo a las instituciones son los rasgos que definen a este proceso autoritario entronizado por un golpe de Estado. El proceso de democratización de nuestro continente no puede tolerar estos retrocesos.
Las movilizaciones masivas de repudio al autoritarismo dejan a las claras que el gobierno de facto carece de apoyo. El gobierno de Micheletti está aislado y debe dar un paso al costado a favor del presidente legítimo de Honduras: Manuel Zelaya. El respeto a la voluntad popular lo exige.
El Partido del Movimiento al Socialismo apoya la normalización institucional y la democracia en Honduras, se opone a cualquier pisoteo a la voluntad popular y a la instauración de regímenes de facto, sean del signo que sean. Consideramos que los derechos humanos y la democracia son condiciones imprescindibles para la vida de nuestros pueblos, por ello luchamos por ellos y apoyamos las luchas para su obtención.
- Conducción Nacional del PMAS, Paraguay*