También nos ha posibilitado el descubrimiento de diversas pistas que nos ayudan a concebir la realidad que nos rodea, la fe, la comunidad, la sociedad y la vida en general.
Identificarnos con las historias y los personajes de la Biblia nos ha ayudado a descubrir mensajes que aportan luces para vivir, de manera consciente y comprometida, las diversas maneras de proyectarnos, concebir el mundo y transformarlo. Se hace necesario ver la Biblia desde el ser joven, verla desde nosotras/os mismos, como si nunca la hubiésemos tocado antes, abrirnos a la novedad y descubrirla como jóvenes cristianas/os cubanas/os en la coyuntura actual; pues muchas veces la hemos tocado con las manos y los ojos de otras personas.
A este modo de leer la Biblia le llamamos hermenéutica juvenil que significa acariciar, saborear, compartir y desentrañar en grupo, con otras y otros jóvenes, el mensaje de los textos bíblicos. Esta manera de abordar las Escrituras nos da la posibilidad de constatar que en una sociedad adultocéntrica, donde el paradigma es la adultez, es necesario expresar todas las particularidades que nos identifican, como alternativa a un mundo que intenta homogeneizar a los seres humanos sin respetar sus diferencias.
Sin embargo, no basta con comprender esta realidad si no encontramos, al mismo tiempo, los mecanismos que nos permitan descubrir, desde el ser jóvenes, nuestro lugar y el aporte que deseamos ofrecer, sin que medien estereotipos, clichés o falsas interpretaciones que tradicionalmente prevalecen sobre esta etapa de la vida.
Las/os jóvenes son diversas/os, como múltiples son las maneras de leer e interpretar la propia realidad. Por esta razón hablamos de juventudes y no de juventud, pues son muchas las manifestaciones que pueden disfrutarse en estas edades. Se hace necesario repasar todas las reflexiones, actitudes y acciones que sobre este grupo se realizan con el objetivo de no excluir, silenciar o minimizar a jóvenes que no cumplan con los modelos establecidos por la sociedad adultocéntrica.
Es en este punto que la lectura bíblica, desde la hermenéutica juvenil, puede aportar nuevos significados para las/os jóvenes cristianas/os en la Cuba de hoy. Para muchas/os la Biblia ha sido un libro sagrado pero lejano; la hermenéutica juvenil no solo propicia un acercamiento y una apropiación del texto bíblico, sino que favorece una mayor comprensión de la vida desde el ser joven y los roles que debemos desempeñar en la iglesia y la sociedad. Hemos escuchado que a muchas/os jóvenes en las iglesias no les gusta leer la Biblia. La experiencia afirma que el problema no radica en el texto bíblico, sino en la manera en que este se ha trasmitido.
Algunas/os jóvenes opinan:
“Mi relación con la Biblia es complicada, he visto aniquilar personas con la Biblia en la mano, ordenar a personas que no se lo merecen. Ha sido liberación al descubrir que me hablaba a mí. Me identifico con historias y no con personajes, sobre todo del Antiguo Testamento. No siempre he encontrado los mensajes de Dios que esperaba para mí en la Biblia porque generalmente han sido otros los que me lo relatan”.
“La Biblia es un recurso indiscriminado utilizado por algunos para silenciarnos y para invisibilizarnos. Me identifico con Cristo por ser un personaje incomprendido. Sí, encuentro en la Biblia los mensajes de Dios”.
“Es una soga: para secarme, para asirme, para amarrar pero no para ahorcarme. Mi personaje preferido es Gedeón, un joven que estuvo en contra de la cultura de su pueblo y de la tradición, destruyó imágenes. Algunas veces sí encuentro el mensaje de Dios; otras siento que Dios se cae o se ríe de mí”.
“Como un manantial de experiencias, migajas de pan para lo que Dios quiere para mí. Me identifico con María, la hermana de Marta. No siempre encuentro los mensajes de Dios para mi como joven, incluso hay palabras que tengo que buscar en un diccionario para entenderlas”.
Estos criterios reflejan, entre otras cosas, la necesidad de sentir la Biblia cerca, aproximarse y saber descubrir en el texto sagrado un mensaje para la vida de cada joven partiendo de sus propias características, de sus sueños y sus esperanzas.
Al acercarse a los textos bíblicos las/os jóvenes, desde su realidad, identidad y diversidad, descubren nuevas motivaciones para vivir en comunidad, ampliar sus afectos, y encontrar razones para trabajar en grupo en nuestras comunidades. De hecho, esta perspectiva puede brindar nuevos sentidos y significados al trabajo grupal. Por esta razón, queremos compartir un ejercicio concreto de relectura bíblica: “José es vendido por los hermanos” Gn 37,12-36
1 ¿Qué conflictos presenta la familia de José? ¿Hay alguna relación con los problemas que se dan hoy en la familia cubana?
2 Teniendo en cuenta los elementos que ofrece el texto a partir del versículo 10. ¿Cómo interpretas la actitud del padre Jacob?
3 A la luz de los hechos ocurridos a José analiza: ¿Como joven qué caminos hemos tenido que recorrer por la voluntad de otros/as y qué consecuencias ha tenido esto para nuestras vidas?
4 ¿Con qué sueñan los/as jóvenes cubanos/as hoy y cómo son interpretados sus sueños?
5 Como parte de la juventud cubana de hoy ¿cómo defenderías tus sueños?
Este ejercicio de relectura del texto bíblico desde las realidades juveniles demuestra que la hermenéutica es interpretación, pero no una interpretación fría, tiene como fin la vida. Por eso hay distintas hermenéuticas, la de la mujer, la del hombre, la del pueblo negro, la de los niños, los ancianos, y muchos otros grupos que existen en nuestra sociedad. Ellas y ellos la interpretan de diferentes formas, pues diversas son sus realidades. Por eso se hace necesaria una hermenéutica bíblica hecha por los jóvenes y para los jóvenes.