Entre los días 6 y 8 de mayo el CMMLK llegó a Uruguay representando al Capítulo Cubano de ALBA Movimientos para participar en la reunión de la Coordinación de la Jornada continental Por la Democracia y contra el Neoliberalismo.
En noviembre de 2015, organizaciones sociales, movimientos populares, redes y articulaciones regionales del continente, herederos y protagonistas de las luchas contra el imperialismo y los regímenes militares en América Latina y El Caribe, unidos en la lucha contra la agenda neocolonial de libre comercio, privatización, saqueo y pobreza representada en el derrotado proyecto del ALCA, celebramos en La Habana el Encuentro Hemisférico Derrota del ALCA, diez años después. Miembros de nuestras redes participaron en estos debates. Como resultado de ese Encuentro, reconstruimos como espacio de diálogo permanente, la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo, donde compartimos con diversas redes y movimientos sociales, agendas de lucha con ejes en la defensa de la democracia, la soberanía y la integración de los pueblos, contra el libre comercio y las trasnacionales en la región. La dimensión feminista y de justicia ambiental son ejes transversales en el proceso impulsado por la Jornada.
Juntos y juntas hemos avanzado en estos años. Hemos convocado a movilizaciones en nuestros países, construimos documentos de carácter político pedagógico para la militancia de base de las organizaciones, desarrollamos el Encuentro Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo en Montevideo en 2017, donde también participaron representantes de la Red de Educadores y Educadoras Populares de Pinar del Río y El Salvador (Guantánamo) y de la Red ecuménica en Taguasco.
Este 6 de mayo se celebró la reunión de la coordinación de La Jornada para pensar el próximo Encuentro Antimperialista, de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo que celebraremos en La Habana del 1 al 3 de noviembre de 2019. Contó con la presencia de 25 participantes de 8 países representando las luchas de 13 organizaciones y redes regionales que están comprometidas con el proceso de la Jornada, que ratifican que en La Habana debemos lograr un acuerdo que nos permita caminar juntos en un frente común de resistencia popular.
En el llamado al Encuentro se denuncia la escalada en la restauración neoliberal conservadora en el continente, caracterizada por la amenaza de guerra al territorio de paz que ha sido la región, el saqueo de los bienes comunes, la explotación y precarización del trabajo, el endeudamiento profundo, la sujeción al capital trasnacional y la dependencia del sistema financiero internacional, las crisis ambiental y alimentaria, el fundamentalismo religioso, el quiebre y la destrucción de la democracia formal, la militarización, criminalización y judicialización de la política, la guerra mediática, el uso de los carteles de droga como mecanismos de contrainsurgencia, la trata de personas y las nuevas formas de esclavitud, los ataques a procesos progresistas y de orientación popular, los discursos y hechos de odio; el racismo, la misoginia, la violencia patriarcal y los feminicidios, la xenofobia, la discriminación, la exclusión de los migrantes, el asesinato de líderes sociales, el total irrespeto a los derechos de los pueblos y la absoluta impunidad con que todos estos atropellos acontecen.
Ratificamos el consenso sobre el carácter antimperialista del encuentro e incorporamos la solidaridad internacionalista con todas las causas justas como un eje de lucha, destacando la importancia de asumir el internacionalismo como un principio y una práctica política cotidiana.
Para hacer frente a este escenario, se insistió en considerar los diversos acumulados de lucha, asumiendo como base común, el camino recorrido desde 2015 por la Jornada y continuar avanzando en el diálogo y debate en términos estratégicos con las fuerzas políticas, parlamentarios, pueblos originarios, movimiento negro, de migrantes, LGTBI, feministas, que debe enriquecer los consensos y ampliar la capacidad de movilización del proceso.
El encuentro en La Habana es un punto, un momento dentro de un proceso, resultando necesario desarrollar iniciativas dirigidas a la construcción de las bases de un acuerdo previo capaz de generar unidad en la acción a partir de noviembre.
Este año 2019 será un tiempo de priorizar los espacios de construcción colectiva y articulación a nivel regional, al mismo tiempo que fortalecemos el trabajo de base territorial de los movimientos sociales. Necesitamos construir juntos un Plan de Acción con claro posicionamiento político y enraizar el proceso de Jornada Continental en cada país.
La Habana tiene que ser un espacio de confianza y de paciencia política reconociendo la urgencia política en la que nos encontramos, de diálogo de saberes y de posiciones claras que hagan robustos los pasos del campo popular en el próximo tiempo. La familia en movimiento que somos el CMMLK y ambas redes, estaremos presentes contribuyendo con nuestra visión y nuestro compromiso a esta hora de la región.
También en los territorios de red, estaremos desarrollando acciones que pongan en el centro nuestros acumulados y debates alrededor de los ejes que estructuran el Encuentro, porque también los cubanos y cubanas y especialmente educadores/as populares y cristianos/as comprometidos/as en la fe revolucionaria tenemos que preguntarnos: ¿Cómo profundizar la democracia que vivimos?, ¿como apostamos a una integración popular desde abajo que nos articule en procesos de formación, comunicación, organización y reproducción de la vida?, ¿como defendemos las soberanías que hemos construido?, ¿cómo interpretamos el avance del capital trasnacional, sus rostros y modos de operar para enfrentarlo desde nuestro compromiso con un Socialismo sentido y pensado desde las prácticas? Cuba ofrece un espacio de encuentro para resistir y ampliar nuestras alternativas de lucha. Hagamos nuestro el llamado.