La jornada comenzó con los testimonios de Samuel Rodríguez de la Fraternidad de Iglesias Bautistas de Cuba (FIBAC) en Matanzas, y Elaine Rodríguez, miembro de la Iglesia Bautista de Cuba Oriental y coordinadora del programa de género del Centro La Bastida. Ambos son integrantes de la Red Fe por Cuba y compartieron con los asistentes sus comienzos y caminos en el mundo de la fe, diversos y complejos como Dios mismo.
Samuel nos contó que su encuentro con la fe fue desde pequeño. Su padre era pastor bautista y su madre tenía una relación intensa con Dios, que vinculaba sus prácticas de fe a las cosas cotidianas del campo, donde vivía su familia. Elaine, por otra parte, recordó la frase de una canción de Buena Fe que escuchamos durante el concierto la noche antes: “los mejores regalos que me ha traído la vida, han venido envueltos en problemas”, así como un regalo en su vida fue la formación en el tema de género que ha marcado un antes y un después para ella. Su historia de vida puede ser la de muchas otras mujeres, afectadas por la cultura patriarcal, la violencia de género y las dificultades y la grandeza cotidiana que tiene ser una madre soltera. Pero desde que aprendió a valorarse como mujer le pide a Dios que le de fuerzas para hacer y crear.
El Rev. Raúl Suárez comentó el libro “Exportando el Evangelio Norteamericano. El fundamentalismo Cristiano Global” que nos muestra una investigación sobre este tema realizada por una universidad norteamericana. Ese evangelio proveniente desde los Estados Unidos es portador de una ideología que promueve y exporta a otros pueblos la idea de “mi Dios”, con una visión individualista y egoísta de la fe.
Este título “aporta a un discernimiento”, es una alerta en el contexto de la relaciones Cuba-EUA, cuando existe una política de influencia y la pretensión de utilizar a nuestras iglesias como un elemento subversivo. Suárez invitó a adentrarse en las páginas de este volumen con astucia para diferenciar aquellas propuestas solidarias que en verdad nos ayudan, de las asistencialistas que venden una idea de la prosperidad personal por encima de la comunitaria y que establecen peligrosos lazos de dependencia.
También fue presentado el libro “Encontrar la propia voz” de Beatriz Ferreiro García, que rescata la obra autoras relevantes del protestantismo en Cuba entre 1902-1959, mujeres que se destacaron en la producción teológica del movimiento ecuménico cubano.
Otro de los títulos compartidos fue el segundo volumen de “Protestantismo en Cuba”, compilación de Carlos Ruíz Molina que hace un recuento histórico y perspectivas desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI, texto que reconstruye la historia del protestantismo en Cuba y su papel en la sociedad cubana.
El último número de la revista Caminos por su parte nos propone el impacto de la Reforma Protestante en Cuba así como lo diversa que es la iglesia hoy y nuestra manera de representar la fe. Esa riqueza es un don divino.