En un adverso contexto internacional, matizado por una profunda crisis económica, ecológica y ética, sostener una plataforma ideológica que valorice las ideas, los sentimientos y la solidaridad entre las personas por encima de las mercancías y los artilugios, requiere no solo de voluntad, sino de consagración, argumentos y conciencia crítica.
El irracional consumo conduce a la especie humana por predeterminados caminos que fijan los ideólogos del capitalismo, cada vez más alejado de la cordura, la convivencia y el diálogo.
Pero enfrentar esa ideología exige no solo desmontarla; también de una alternativa sostenible, viable, rica en opciones y que lejos de alienar al ser humano, lo libere cada vez más y le permita explorar nuevos horizontes de la civilización.
Nada que subyugue podrá convertirse en la utopía, y todo aquello que tienda a eso en nombre de buenas ideas deberá ser rechazado tras un juicioso proceso de análisis en el que participe la mayor cantidad de personas posibles.
Es la hora de articular en el mundo un modelo alternativo, hecho con manos diversas, con ideas plurales, con sueños de todos los colores, pero con coherencia y armonía. No es tiempo para dejar que otros decidan nuestro futuro. Hay que planearlo y construirlo a imagen y semejanza de la gran mayoría que clama por un cambio auténtico. Un cambio en que nos reconozcamos todos, piedra filosofal para que tenga éxito y perdure.
La curiosidad, la duda, la pregunta, el debate, la polémica fecunda constituyen elementos imprescindibles para modelar un escenario en el que la especie humana hable el lenguaje de la paz, la equidad, la inclusión y el amor.
La posición contemplativa solo ayuda a desmovilizar el pensamiento; la falsa unanimidad, a debilitar las buenas ideas; la aceptación acrítica, a perpetuar el conservadurismo enajenante.
Cualquier experiencia que aspire a la libertad plena deberá someterse al escrutinio público permanente, una suerte de proceso enriquecedor, que revitalice y haga a los hombres y mujeres genuinos protagonistas de su destino.