Fidel pasará a la historia por la puerta grande, ¿qué duda cabe? No quiero escribir de apuro y para salir del paso. Me importan un pepino los insultos de la derecha. No valen nada. Me dan lástima los avisos fúnebres progres y oportunistas que ahora lo aplauden por predicar “la paz”. Patético. Y me dan asco las notas hipócritas que lo critican cuando sus autores, pusilánimes y reformistas, no se animaron jamás ni
a enfrentar a la policía ni al ejército de sus propios países.
FIDEL. Un conversador incansable. Tuve la suerte y el honor de conocerlo personalmente y conversar varias horas con él. No en una charla “íntima”, sino rodeado de varios compañeros y compañeras de Casa de las Américas. Un hombre muy culto, tremendamente leído. Sencillo y al mismo tiempo erudito. Respondía cada pregunta que le hacía como un sabio, desde la Reforma Universitaria argentina de 1918 hasta el pensamiento de Mella, Roa e Ingenieros, desde el asalto al cuartel militar Moncada hasta las teorías marxistas del Che Guevara, desde la segunda guerra
mundial hasta Stalin.
A propósito de Stalin, lo escuché criticarlo por su actuación militar durante la segunda guerra mundial. “Si no fuera por sus errores me dijo la Segunda Guerra Mundial terminaba en Lisboa, no en Berlín. El Ejército Rojo hubiera tomado toda Europa”. No me dejó una sola pregunta sin contestar. Esa vez le regalé el libro “DE INGENIEROS AL CHE” (donde analizo la influencia de Fidel y la Revolución cubana
en distintas corrientes de Argentina).
Entonces lo publicaron en Cuba. Dos años más tarde, le di “GRAMSCI PARA PRINCIPIANTES”. Luego escribí “FIDEL PARA PRINCIPANTES”, ilustrado por Nahuel Scherma. No es un texto “para niños o adolescentes”. Me llevó años de investigación estudiar, periodizar y sintetizar con lenguaje accesible la historia de Cuba, desde Martí a Fidel y el Che, pasando por Mella y Guiteras. ¡Y leerme sus larguísimos discursos!, sin olvidar las muchas polémicas internas de la Revolución cubana. Tampoco es neutral, está escrito desde el guevarismo y el marxismo latinoamericano. Salió publicado en Argentina y Estados Unidos (en una versión más amplia donde discuto con la comunidad cubana de Miami), aunque creo que también lo piratearon en
México. Tal vez en otros lugares.
Nunca fui obsecuente. Tuvo errores y se los critiqué, por ejemplo en el trabajo “«Pensamiento Crítico» y el debate sobre las ciencias sociales en la Revolución Cubana”: http://cipec.nuevaradio.org/?p=116
Cuando se enfermó hace diez años, en 2006, escribí “Y después de Fidel: ¿qué?”: http://www.lahaine.org/mundo.php/iy_despues_de_fidel_que
No voy a redactar entonces ahora un ensayo improvisado. Simplemente quiero recordar tres cosas suyas, además de su sonrisa sarcástica y su mirada pícara. (1) Que fue un gran amigo de la insurgencia guevarista argentina del Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP) y de los Montoneros. (2) Su frase, más vigente que nunca, que lo define a fondo: “Nuestro campo de batalla abarca todo el mundo”. (3) El documental “Mi hermano Fidel”, que lo tuvo como protagonista, junto a un viejito cubano ciego (realizado por
Santiago Álvarez, 1977, en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=fQFnYBOyjcs).
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!, QUERIDO FIDEL.
Muchas gracias por todo. Siempre agradecidos.
Buenos Aires, 26 de noviembre de 2016