En el primer turno la maestra nos habló de José Martí, nuestro Héroe Nacional. Nos dijo que desde joven luchó para que Cuba fuera libre. Un hombre extraordinario y de finos modales. Amaba la naturaleza y a los niños por lo que escribió La Edad de Oro.
Tocaron el timbre del recreo y me quedé dentro del aula; ¡y que susto! Frente a mi hay un bosque, comienzo a caminar y veo a un grupo de personas. Me acerco y ¡qué sorpresa! Eran meñique, el gigante, Loppi, Alberto el militar y Pilar. Pensé que conversaban, pero no, estaban jugando. Cada uno debe decir una frase de Martí, dice Meñique, el que más rápido lo diga, gana. Comenzó el gigante con un vozarrón que hizo encogerse a los árboles: Amar no es más que el modo de crecer”. Le sigue Pilar con su bello sombrero de pluma:” Saber leer, es saber andar. Saber escribir es saber ascender”.
Luego todo queda en silencio y Alberto el militar con un bastón se levanta como si fuera a dar un discurso y expresa: “De una Patria como de una madre nacen los hombres” Más ligero que un resorte dice Meñique “No se pueden hacer grandes cosas sin grandes amigos”. Con su morral y su hacha el leñador Loppi sonriendo afirma: “NO hay más nobleza que la que el hombre con sus hechos logra”.
Y de repente me toman del brazo y me dicen: Ahora te toca a ti, es la maestra, me había quedado dormido ¡Qué gran sueño! ¡Pero no pude saber quién ganó!