Tengo “asignado” dos hermanos que no me dejan solo ni dos pasos. Adonis que tiene 21 años, para mí es muy inteligente aún cuando a simple vista se sabe que tiene algún trastorno mental. Es uno de los que más fuerte trabaja. Piterson que tiene 11 y es el más chico de los 6 hermanos, entre ellos solo hay una mujer que está estudiando técnica de laboratorio en Gonaïves.
Cuando trato de ir al pozo para buscar agua, casi me arrebatan la jarra de la mano, intentando no dejarme ir. Les digo que iré a buscar el agua y no quieren, al final fuimos los tres. Recién llegado me traen el almuerzo para el cuarto. Cada uno come donde le plazca. La mesa es un símbolo. Pero me percato que mi comida es diferente y abundante, así que salgo de mi cuarto con ella en la mano. Todos saben que es “otra comida” e intento compartirla con Piterson y se escabulle. Mamá me dice algo, lo poco que entiendo es que es para mí. No tengo palabras en kreyol para hacerme comprender. Se me acaba la paciencia y digo o intenté decir, que para todos o ninguno y me declaro en huelga de hambre, no comeré, no sé si comprendieron o no. Comparto arroz con Adonis y le retiro un plátano fruta hervido, repito la operación con otros platos, no da para todos pero se repartió.
A mamá no le gustó, me habla muy despacio y la comprendo, le digo que somos hermanos y que comeré lo mismo que ellos o no comeré. Parece que notó mi decisión, y en lo adelante no hubo más privilegios, siempre me servían un poco más pero lo compartía con los pequeños.
Mi felicidad duró muy poco, al tercer día de estar allí recogieron una gran cantidad de hierbas del patio y las cocinaron con mucho picante y maíz casi trozado. A las dos horas comencé con vómitos y dolores fuertes en la barriga. Me dieron té y se cortaron los vómitos pero no el dolor, me automediqué dos dipironas y 40 minutos después una cimetidina, así cesaron los dolores pero el descontrol persistió por varios días más.