Una tarde de octubre de 2011, reunidos en el equipo de Educación Popular del Centro Memorial Martin Luther King para organizar las actividades que nos restaban en el año sentimos, de momento, que no avanzábamos en lo que queríamos. La cosa iba para atrás y para adelante sin tener idea de qué nos tenía en ese punto. Entre todas y todos comprendimos que el embrollo estaba en el nombre del taller que estábamos planificando para el siguiente mes, pues ya no daba cuenta de la Red que somos.
Habíamos crecido, madurado y pretendíamos nombrar nuestro espacio de encuentro del mismo modo que lo hacíamos hasta entonces.
Cada año, como resultado del trabajo con las personas egresadas, se realizaban encuentros de colaboradoras y colaboradores. El mismo era esperado noviembre tras noviembre para evaluar y proyectar el trabajo pero también para la imprescindible celebración consustancial con nuestra propuesta.
Sin embargo, y como consecuencia del trabajo de consolidación de la Red propuesto desde el IV Encuentro Nacional, nos encontrábamos frente a un espacio cualitativamente nuevo, donde asistirían no quienes colaboran con el programa, sino quienes coordinan el trabajo en los territorios.
La Red crece, madura, se reorganiza y renombra, desde sus nuevas formas y necesidades, sus espacios, sus roles y funciones. Entonces, desde 2011, nació un nuevo espacio, más bien alcanzó otra cualidad, otra edad en su desarrollo.
A partir de noviembre pusimos en común los horizontes y proyectamos lo que haríamos en lo adelante. También celebramos y nos divertimos en la asunción de esta nueva edad, no para llegar, sino para seguir. Así pudimos ver con más claridad del Red que somos, lo hecho y hacia dónde queremos ir; además de compartir y reiterar el compromiso con Cuba desde lo que hacemos y el gusto de sentir que se participa en algo útil por nuestro país, por la cultura socialista que está en el horizonte y nos mueve a transformar. Fue declarado el deseo de algunas y algunos de poder dedicar el tiempo completo a este empeño.
De tantas ideas y matices algo sustancial queda claro una vez más: la disposición de continuar con independencia de los obstáculos del contexto, sustentando nuestro empeño en el compromiso político que entraña la Educación Popular y las ganas de trabajar que este genera. Por eso decimos que la Red está en movimiento.