Las posibilidades y riesgos de Internet, los medios alternativos para llevar mensajes diferentes al discurso hegemónico de los medios tradicionales, sus retos y desafíos, fueron discutidos por comunicadores en el IV Encuentro Latinoamericano de Educación Popular, en La Habana.
La irrupción de la red de redes en el periodismo cambió las prácticas productivas, quedaron atrás la máquina de escribir, las cartas e incluso, la comunicación verbal. El consumo de información se aceleró, y en ese entorno aparecieron los medios alternativos, explicaron participantes desde sus experiencias personales, en dependencia de sus edades.
Organizado por el Centro Memorial Martin Luther King (CMMLK), el taller reunió del 22 al 27 de septiembre a profesionales de México, Argentina, Uruguay, Haití, Colombia, El Salvador, Venezuela y Cuba para intercambiar experiencias de comunicación alternativa en América Latina y reflexionar críticamente sobre ellas.
Internet, pese a los peligros que entraña el control de la información de sus usuarios, está ahí y es una realidad que no puede obviarse, aunque siempre está la posibilidad de no usarla, sin embargo, lo más útil es tratar de estar en esos espacios, subvertirlos y darles un nuevo sentido, desde la izquierda, coincidieron varias intervenciones.
Los análisis en grupos de trabajo arrojaron criterios comunes: aceleración de la información y su consumo, cambios en los procesos de trabajo, uso de Internet como herramienta para la búsqueda de datos, comunicación con amigos, multiplicidad de tareas que pueden realizarse, acceso a muchas fuentes de información y el alcance de los mensajes.
También coincidieron en elementos como las angustias que produce la dependencia de la tecnología: extravío de dispositivos móviles, mala conexión o su carencia, la pérdida de seguridad y autonomía, así como las disparidades en el acceso según países y zonas, indicó la moderadora Adazahira Chávez, de México.
De acuerdo con Catarina Stasic, de Argentina, las tecnologías aumentan las desigualdades y la demanda de consumo, lo que hace que se note mucho el contraste entre barrios y personas.
“La tecnología forma parte de ese desarrollo en el que nos vamos insertando diariamente y va transformando nuestra práctica incluso sin ponernos a pensar mucho en el uso que le estamos dando, porque va formando parte de ese desarrollo social, está ahí, entonces el aprender a utilizarlo forma parte de su vida y es una herramienta esencial”, reflexionó Rachel A. León.
Al analizar las posibilidades de la web y los medios alternativos para el trabajo con los movimientos sociales, diversos puntos de vista coincidieron en que deben explotarse todas las herramientas posibles para llegar a las audiencias, teniendo en cuenta que millones de personas no tienen acceso a Internet y el medio más eficaz continúa siendo la radio.
Para algunos un mundo, un territorio, una herramienta o un terreno de lucha, es un espacio que puede dar muchas posibilidades, según el uso que se le de.
“¿Qué significa un Me gusta de Facebook en la movilización social, se traduce eso en activismo y lectura de los textos?”, se preguntó la periodista Gloria Muñoz, de México.
A juicio de Yohana Lezcano, colaboradora del CMMLK, deben crearse nuevos procesos de formación y espacios para la educación de la ciudadanía para tratar de deconstruir las lógicas dominantes y edificar las propias. “Queremos enseñarle a las personas las tecnologías, pero queremos que sean especialistas o que aprendan cómo mejor usarla?”, inquirió.
Entre las experiencias presentadas se encuentra el blog Desinformémonos, de México, una espacio creado con “la voz de los de abajo y desde la izquierda” como una necesidad de sus fundadores de brindar un discurso diferente, con problemas diferentes, comúnmente alejados de las agendas mediáticas.
Desde un inicio, explicó Gloria Muñoz, una de las fundadoras de la iniciativa de comunicación alternativa, pensaron también en la posibilidad de llegar a otros públicos, formados por aquellas personas que no tienen acceso a Internet, de manera que surgió la revista homónima, que llega a comunidades aisladas de manera gratuita, y por suscripciones a segmentos comerciales.
De acuerdo con Muñoz, existe el criterio equivocado de que por tratarse de medios alternativos son menos o no son profesionales, lo que no es necesariamente cierto.
Según explicó Lezcano a la Redacción de IPS Cuba, el encuentro comprende también la exposición de prácticas alternativas en la radio y la televisión, sus debilidades, retos y desafíos.
Los talleres también dan una mirada hacia la voz propia de grupos, movimientos y organizaciones sociales y cómo se tienen en cuenta el enfoque de género y las diversidades y de qué modo se planifica la comunicación.
Estos encuentros se realizan desde 2006 por el empeño del Centro Memorial Martin Luther King y de diferentes redes, organizaciones y movimientos sociales de América Latina.