Junto a las brisas frescas que cada año nos trae febrero llega, por estos días, la XXI Feria Internacional del Libro de La Habana.
La editorial Caminos del Centro Memorial Martin Luther King, institución que este año cumple su vigésimo quinto aniversario, presenta once títulos, diveros por sus temáticas, autores y acercamientos a problemáticas de nuestra realidad social.
Uno de ellos, Para avivar el espíritu. La inquieta palabra del pastor Raúl Suárez, de Elizabet Rodríguez e Idania Trujillo, reúne sermones, escritos, artículos, intervenciones y reflexiones en una selección que al decir del ensayista Fernando Martínez Heredia —Premio Nacional de Ciencias Sociales— ha sido “organizada de manera temática, en una síntesis magistral por lo que implica y sugiere del contenido y por la valoración que expone acerca del pastor”, un hombre sencillo que aprendió que se puede ser revolucionario sin dejar de ser cristiano.
Las autoras de este volumen, periodistas e investigadoras, advierten en la introducción del volumen que “este texto tiene el misterio de la palabra de un hombre que ha compartido con muchas y muchos de nosotros sus alegrías, angustias, dolores, inquietudes y bienaventuranzas. Como el maestro que es viene para preguntarnos y se pregunta él mismo sobre Cuba, la iglesia, el mundo. Nos invita a leer con nuevos ojos el texto sagrado, nos interroga sobre las imágenes de Dios y sobre el compromiso cristiano en el aquí y el ahora de esta isla y de la humanidad”.
Para ellas fue ardua la tarea de compilar y luego seleccionar lo que finalmente aparece en estas 242 páginas pues se trataba no sólo de recopilar documentos dispersos en archivos personales, bibliotecas, hemerotecas tanto de centros ecuménicos como de publicaciones periódicas, sino de discernir con ojo crítico lo que temáticamente fuera descubriendo la manera particular con que Raúl Suárez se ha dirigido desde el púlpito y otros espacios públicos a las personas sencillas de nuestro pueblo.
En estas páginas, al decir de las autoras, “Suárez revela con perspicacia, hondura, de manera diáfana y coherente pasajes de la Biblia, la historia de Cuba, el protestantismo y el legado bautista, con la naturalidad con que lo hace un narrador de cuentos. No pretende dejarnos lecciones moralizantes ni «sermonearnos» con tonos lastimeros o exaltados. Intenta inquietar nuestras mentes y enriquecer nuestra espiritualidad con la gracia de un estilo que ha sabido cultivar por años fundado en su sentido de pertenencia, honestidad, sensatez, el empleo de un lenguaje popular y criollo, y el contacto directo con múltiples y complejas realidades humanas”.
“Su palabra es, además, verbo y pasión, expresión y síntesis de un pensamiento propio, curtido por la experiencia vital de un pastor, un bautista, un diputado, pero sobre todo de un hombre sencillo que siente orgullo por su origen campesino y encontró una nueva manera de entender y vivir la fe cuando fue desafiado por un proyecto social que comparte los mismos principios del paradigma de liberación de Jesús de Nazaret”.
La intención primera, señalan Rodríguez y Trujillo, fue “compilar lo escrito o dicho en espacios eclesiales, sobre todo lo que se conserva en su iglesia, la Bautista Ebenezer de Marianao, y el Centro Memorial Martin Luther King; pero luego fuimos encontrando la palabra del pastor en ámbitos de la vida social, política y de la solidaridad internacional. ¡Cómo olvidar el histórico ayuno de 1993 frente a la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana en apoyo a la Caravana de Pastores por la Paz! o su tenaz batallar por el retorno de Elián González, el niño secuestrado y por el regreso definitivo de nuestros cinco hermanos injustamente encarcelados en los Estados Unidos”.
Como toda aventura creativa Para avivar el espíritu… combina búsqueda, curiosidad e investigación. Así el texto devela la personalidad, sensibilidad y el sentido consecuente con que Raúl Suárez asume su existencia y práctica pastoral evidenciada —por ejemplo— en 1999, en la Asamblea Nacional del Poder Popular, cuando dejó clara su posición de desacuerdo con la pena de muerte.
Siete son las partes que conforman el libro: Parábolas de la vida cotidiana en la cual se agrupan sermones referidos, fundamentalmente, al calendario litúrgico; Pensar y repensar la fe, que pone énfasis en la misión de las iglesias y los cristianos ante la sociedad; Detén el paso, mira y pregunta, con un corte más histórico, incluye trabajos sobre la experiencia de los bautistas occidentales, las relaciones Iglesia-Estado y el movimiento ecuménico cubano; ¡A la casa de Yahvé iremos! toca aspectos de su vida pastoral al frente de la Iglesia Bautista Ebenezer de Marianao y el Centro Memorial Martin Luther King, el legado del pastor negro norteamericano asesinado en Memphis, Tennessee en 1968 y el encuentro y significación de la Educación Popular como filosofía política y pedagógica que anima el quehacer del Centro desde su creación en 1987.
Igualmente, en Amarás a tu prójimo como a ti mismo, habla sobre la solidaridad hacia y desde Cuba, mientras en Las muchas aguas no podrán apagar el amor, como lo indica su nombre, se reverencia al amor y a la esperanza, dos asuntos a los que regresa Suárez una y otra vez a lo largo de su magisterio como predicador; y por último, en Un ser con alas de este mundo están las palabras de algunos de quienes lo conocen y admiran, escritas o dichas en diferentes circunstancias.
Como expresan las periodistas e investigadoras en Para avivar el espíritu…, “mucho tiene todavía que decirnos, que contarnos el reverendo Raúl Suárez, el hombre humilde que amanece, aún con sus setenta y tantos años, pegado al surco en su parcela de Puente Nuevo, en Marianao, sobre todo porque la vida le enseñó que la Biblia ilumina la realidad, pero la realidad da signos para comprender la Biblia. En ese proceso se devela el espíritu de Dios”.
Y con esta invitación dejan abiertas las puertas a lectoras y lectores para que puedan develar la inquieta palabra del pastor y para que sea esta quien muestre el camino.