Los relatores y relatoras de las dos sesiones del día de hoy queremos agradecer el esfuerzo de los testimoniantes para resumir en un tiempo limitado aprendizajes que son hijos de procesos en los que han estado involucradas sus vidas, a menudo por tiempos muy prolongados. Es muy notable que, por lo general, hayan podido concentrar sus testimonios en las preguntas planteadas por la coordinación, lo cual permite establecer pautas, líneas generales, puntos de intersección para nuestros debates en este encuentro y en el futuro. Les damos las gracias por su esfuerzo.
Estas dos sesiones , como pedía Gilberto Valdés, han sido un llamado a pensar y ojalá dialoguen con los paneles que desde mañana comenzarán a desarrollarse. Han sido una plataforma inicial de diversos que han hablado en quichua, aymara y en un español dulce teñido de guaraní, en portuñol y en el español del Sur y del Norte del continente. Han sido diversos que han hablado en pie de igualdad, y que como pedía Yohanka León, han pronunciado su palabra desde la verdad, y esa palabra ha sido escuchada con respeto.
Esta relatoría, construida sobre la marcha y a toda prisa no pretende, ni podría, suplantar la riqueza de los testimonios que hemos escuchado. Es solamente una contribución más que llevar a los debates de mañana junto con cada una de las palabras que los compañeros y compañeras han compartido con nosotros.
Todos los testimoniantes han identificado fortalezas construidas y retos, desafíos o debilidades. Igualmente, han reconocido que el campo de nuestra acción es complejo y cambiante. La preeminencia de actores como las empresas transnacionales, las organizaciones financieras internacionales, nuevos movimientos sociales, gobiernos que no están uncidos o que desafían la agenda neoliberal, etc, nos exigen profundización, aprendizajes y comprensión de la articulación en sus diferentes niveles, espacios y dimensiones, que son todos específicos.
Igualmente, se ha reconocido que ello nos exige recrear las maneras, los temas y los actores de la comunicación y la educación, no sólo para oponernos a los modos de la dominación en estas esferas, sino para multiplicar las capacidades y aumentar la sensibilización y la conciencia. Y también que crece nuestra conciencia acerca de que ninguna lucha, ninguna liberación, precede a otra, sino que todas están implicadas.
Nos han dejado los testimonios algunas preguntas prácticas que nos queman el alma:
-¿Cómo lograr que las experiencias de base tengan expresión real en lo regional, continental, global? – ¿Cómo establecer una agenda de relación con los gobiernos nacionales sin perder autonomía, sin convertirse en correa de transmisión? – ¿Cómo articular una agenda multisectorial de diversos que incluye no sólo a movimientos sociales, sino a pueblos, agrupaciones políticas, iglesias, grupos sectoriales y otros? – ¿Cómo contribuir a la creación de sujetos políticos desde los sujetos críticos? ¿Qué papel le corresponde en esta tarea a la educación? ¿Qué educación? – ¿Cómo hacer el tránsito de las luchas concretas, que son específicas de cada lugar, comunidad, grupo, a la lucha contra el sistema en cuyo seno se desenvuelven? – ¿Cómo pasar de la crítica al diseño y planteamiento de alternativas? – ¿Cómo hacer que la izquierda que somos entienda las realidades de nuestros hermanos y hermanas indígenas y no les exija individualizarse y “cristianizarse”, sino que construya con ellos y ellas, y a partir de la acción conjunta, un puente de doble vía y un diálogo intercultural? – ¿Cómo evitamos la reproducción al interior de nuestros movimientos de las relaciones tradicionales entre Norte-Sur, intelectuales y luchadores de barricada? – ¿Cómo conciliamos en cada caso los programas máximos con las reivindicaciones, con las realidades angustiosas de los sectores populares? – ¿Cómo enfrentamos la coptación de nuestros movimientos?
Algunas afirmaciones se han hecho más de una vez y con fuerza:
– La memoria, no sólo de nuestras luchas y victorias, sino también de nuestras debilidades y carencias son parte de nuestra herencia y nuestras armas. Recuperar nuestros idiomas, nuestras identidades, nuestros recuerdos, nuestras luchas y a nuestros viejos luchadores y luchadoras, e impedir que nos ocupen la silla presidencial en nuestras cabezas son tareas de la mayor importancia. También lo es convencer y convencernos de que “vale la pena resistir”. – Las articulaciones nacen y se desarrollan desde la acción, en la acción, en la lucha, en la práctica. – Tenemos experiencias y ejemplos, logros y victorias que vale la pena sistematizar y estudiar, no para reproducir mecánicamente, sino para extraer las lecciones de cómo fue que lo logramos. – La integración de nuestros pueblos es reconocida como parte importante del proyecto mayor. Entendemos que se trata de un proceso con múltiples actores y dimensiones, que debe, a la vez, ser la consagración de las diversidades que somos. Conectar nuestras luchas concretas con esa dimensión integradora supone un esfuerzo y una creación constantes. – Una última afirmación. Especial atención merece los procesos de construcción nacional iniciados en el continente como espacios para el ejercicio de nuestra condición de actores sociales y políticos, ámbitos de dignificación de lo popular, y para la ampliación de la emancipación y solidaridad entre nuestros pueblos y países.
Hubo también ausencias en nuestro primer día. No estuvieron presentes, por ejemplo, las experiencias de iglesias y movimientos de inspiración religiosa. El tema de los partidos políticos u otras formas de agencia política, nuestras relaciones reales y/o deseadas con ella, y el de la cultura (como terreno de confrontación, de disputa, de construcción de hegemonía) merecerían quizás un tratamiento más específico.
De nuevo, muchas gracias. Perdonen ustedes nuestras carencias y omisiones y que siga el debate.
Antes de terminar, un anuncio:
Diálogo Sur Sur – Lesbian Gay Bisexual Transexual
Convergencia de los Movimientos de los Pueblos de las Américas (COMPA)
Asamblea de los Pueblos de Oaxaca
No pudieron llegar acá porque no había cupo en el avión, aun cuando estuvieron intentándolo hasta el último momento. No mandan un saludo y nosotros a ellos. Hacen falta más vuelos a Cuba: luchemos por eso.