San Cristóbal de Las Casas. El Movimiento Mesoamericano en contra del Modelo Extractivo Minero (M4), la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) y la Organización civil Otros Mundos Chiapas, pidieron al gobierno de Honduras que “proporcione todas las medidas jurídicas y políticas posibles que garanticen protección inmediata” del mexicano Gustavo Castro Soto, quien fue herido esta madrugada en ese país, cuando “personas armadas y con lujo de violencia irrumpieron en la vivienda y asesinaron a Berta Cáceres, fundadora de la Coordinadora General del Concejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH).
En una “acción urgente”, agregaron que “en estos momentos es fundamental garantizar la protección y la vida de nuestro compañero Gustavo por el relevante papel que su vivencia adquirió en este lamentable asesinato”, ya que “es un actor clave para las investigaciones que esclarezcan el asesinato” de Berta.
“En el contexto del terrible asesinato de la querida Berta Cáceres, solicitamos al gobierno de Honduras su pronta atención, intervención y seguimiento a este lamentable y gravísimo suceso en la vida del pueblo hondureño”, insistieron.
Precisaron que “durante la madrugada de hoy 3 de marzo, personas armadas y con lujo de violencia irrumpieron en la vivienda y asesinaron a Cáceres, fundadora del COPINH, en el sector La Esperanza, departamento del Intibucá en el sur-occidente de Honduras”.
Manifestaron que en los hechos fue herido Gustavo Castro Soto, mexicano e integrante de la Organización Otros Mundos Chiapas/Amigos de La Tierra México, de la REMA y del M4”.
La agrupación expresó que Berta y Gustavo “son personas de reconocida lucha social y ambiental a nivel internacional, lo que muestra la coherencia de su vida dedicada a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y campesinos, a los que han acompañado en sus procesos de resistencias para que de forma organizada y pacífica, eviten que el proyecto neoliberal de los gobiernos regionales se apropie del territorio mesoamericano, a través de sus proyectos extractivos de muerte”.
También demandaron que al gobierno de Honduras que “se garantice la seguridad de todos los miembros de la COPINH.
Lo dieron por muerto y sobrevivió
Un ambientalista mexicano, Gustavo Castro Soto, que acompañaba a la galardonada dirigente indígena opositora Berta Cáceres, asesinada la madrugada de este jueves en Honduras, fue dado por muerto por hombres armados que entraron a matarlos, dijo a Sputnik Nóvosti su hermano.
“Los asesinos entraron a la casa disparando a matar, creyeron que mi hermano estaba muerto, porque sangraba de la cabeza por una bala que lo hirió en la oreja y lo abandonaron”, dijo Oscar Castro Soto, también activista social, expresidente del Observatorio Latinoamericano de Trata y Tráfico de Personas (2011-2014).
El sobreviviente es un sociólogo exjesuita de 52 años, autor del libro ‘Las Aguas Negras de la Coca Cola’, quien había llegado desde México para ofrecer cursos de capacitación ecológica al movimiento dirigido por Cáceres, quien había recibido en Washington el prestigioso premio Goldman por la defensa de ambiente en abril de 2015.
Los dirigentes ambientalistas y defensores de los derechos de las comunidades indígenas “estaban preparando una reunión con actores internacionales que llegarían a la comunidad, donde se están construyendo represas de generación de energía hidroeléctrica, vinculadas con explotación minera”, añadió su hermano.
Hace una semana prosigue el testimonio, la comunidad del grupo indígena lenca en Guise (departamento hondureño de Intibucá), afectada por las obras, “fue desalojada violentamente y cuatro pobladores fueron asesinados”, en el suroeste del país centroamericano, enclavado frente al mar Caribe.
Cáceres y Castro Soto preparaban una reunión del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4), para proteger los ríos Blanco y Gualcarque, en una rica reserva de recursos naturales habitada por comunidades autóctonas hondureñas, blanco de un gran proyecto hidroeléctrico y minero.
Con información de Sputnik