La Jornada Cubana contra la Homofobia amplía cada vez más el alcance de los debates por los derechos de las lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales (LGBTI), en su recorrido por ciudades del interior y pueblos rurales donde casi no se habla del problema.
Por vez primera, la iniciativa por el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género desplegó acciones en el poblado montañoso de San Pablo de Yao, en Granma, a 730 kilómetros al este de la capital.
Esa provincia fue la sede central de la séptima edición de la cita, que se celebra en la nación caribeña desde 2007 alrededor del 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia.
La voluntad de garantizar el desarrollo pleno, armonioso y consciente de las personas LGBTI animó cada una de las acciones celebradas los pasados 16 y 17 de mayo en Bayamo, municipio cabecera de Granma.
Paneles comunitarios, festivales deportivos, galas culturales, presentaciones de teatro callejero y la entrega de materiales educativos y promocionales, dinamizaron la cotidianidad de esa ciudad, considerada la cuna de las guerras por la independencia de Cuba de la colonia española.
Luego de participar en la contagiosa conga por la diversidad, a la cual se integró la población, Mariela Castro, directora del estatal Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) agradeció a las y los bayameses por la acogida y reconoció el trabajo de ese territorio en la lucha contra toda forma de discriminación e injusticia social.
“El movimiento LGBTI rinde homenaje al pueblo de Bayamo por su histórica valentía, su sentido revolucionario y patriótico. Por eso contamos con que transformen sus conciencias y apoyen la solidaridad entre los seres humanos”, agregó.
Entre las actividades realizadas por el respeto a la diversidad sexual, destacaron talleres y encuentros de reflexión donde activistas de las redes sociales acompañadas por Cenesex intercambiaron experiencias de vida y trabajo por la inclusión de las personas LGBTI.
Tales espacios de diálogo buscaron generar más procesos de sensibilización y educación de la familia, institución que hoy necesita ser transformada porque es clave en los procesos de discriminación y aceptación.
A propósito, Mariela Castro comentó en un panel realizado en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo”, en Bayamo, sobre la necesidad de socializar conocimientos para empoderar a las y los ciudadanos y educarlos en el reconocimiento de los varios tipos de familia que existen.
“Pero eso hay que enseñarlo (la aceptación) en la escuela y a través de los medios de comunicación. El personal educativo de esas instituciones necesita formación y preparación. Esa es una tarea pendiente”, reconoció la también diputada al parlamento cubano.
Durante varios momentos de la jornada, se trataron los pequeños avances logrados en Cuba en el ámbito legal, con el objetivo de visibilizar los intereses de esta comunidad.
Con ese propósito, un grupo de activistas estadounidenses expusieron en diferentes espacios de la geografía bayamesa cómo sus vidas cambiaron para bien luego de disfrutar los beneficios del matrimonio igualitario y la adopción legal de hijos e hijas.