Cuando el escritor Jorge Santos, invitó a la Red de Educadoras y Educadores Populares del CMMLK en Camagüey al espacio “Pluralidades: Debates teóricos” en la sede de la UNEAC, el 13 de marzo con el propósito de conocer ¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos? ¿Y qué pretendemos?, propició que más allá de responder estas interrogantes, se unieran a nuestro curso personas de ese público que por primera vez supieron de la labor que hacíamos. Refiero esto, porque una de las preguntas que él hacía a María Victoria González Peña y a Daimí Ruiz Varela, integrantes de nuestro equipo de coordinación provincial, estuvo dirigida al impacto de la Red; y yo pregunto: ¿Acaso eso no es impacto? Por supuesto que es impacto, porque ellos fueron los que eligieron formar parte junto a nosotros, luego de escuchar nuestro sueño de que una Cuba mejor es posible, porque Cuba es nuestra y tenemos que defenderla como lo hiciera en esa misma fecha pero en el año 1957 José Antonio Echeverría.
Es impacto también, porque hoy 15 de marzo, por primera vez en nuestro territorio, se unen integrantes de dos cursos de formación del CMMLK: Los cursos básicos de Concepción y Metodología de la EP para la región central y provincial, ambos integrados por miembros de la Red EP y de la Red Ecuménica “Fe por Cuba” y desde nuestras experiencias, desde nuestro saberes compartidos, desde nuestros deseos de transformar, hoy revivimos “La Protesta de Baraguá”, porque al igual que Antonio Maceo creemos firmemente que hay cosas que no se negocian como la identidad, el humanismo, la solidaridad y el socialismo, ese que construimos, pero que equívocamente algunos creen que es perfecto y es nuestra labor como Red perfeccionarlo desde nuestra metodología, desde nuestras prácticas; y aunque según Freire: “Pensar auténticamente es peligroso”, hoy necesitamos en Cuba, personas auténticas porque eso no puede ser peligroso. Lo peligroso es olvidar por qué también existen cosas buenas y ver solo las manchas, lo peligroso es que los proyectos de vida no sean dentro, lo peligroso es confundirse y más peligroso aún, rendirse.
Camagüey, 15 de marzo de 2018.