La cercana de fin de ao en Cuba no slo significa el adis a la temporada de huracanes y altas temperaturas sino tambin el retorno puntual de la memoria sobre un hecho que por 13 aos mantuvo en tensin al pas, como fue su participacin en la guerra de Angola.
Yo fui porque quise, estaba loco por ir a cumplir una misin internacionalista, coment a IPS Rubn Jimnez, un ex oficial de las Fuerzas Armadas de Cuba que hoy tiene 62 aos y es autor del libro Al sur de Angola, un texto sobre la etapa final de la guerra.
Segn Jimnez, la disposicin gubernamental estableca que el alistamiento en las unidades que partan hacia Angola fuese estrictamente voluntario, incluso para quienes pertenecan al ejrcito.
Slo los militantes del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) y de la Unin de Jvenes Comunistas, organizacin selectiva considerada la cantera natural del PCC, eran expulsados de sus filas si no aceptaban participar en la llamada Operacin Carlota.
En una sociedad tan machista como la cubana, aquellos que se negaban reciban el mote de rajados, sinnimo de cobarde en este pas.
Cuba envi el primer contingente militar a Angola en octubre de 1975 a solicitud de Agostinho Neto, el lder del insurgente e izquierdista Movimiento para la Liberacin de Angola (MPLA), que asumira el gobierno tras la independencia el 11 de noviembre de ese mismo ao.
Ya en la dcada anterior, La Habana haba asesorado a contingentes de combatientes del MPLA en territorio de la antigua Repblica Popular del Congo.
La llegada de las tropas cubanas fue considerada decisiva para evitar que Luanda, la capital angolea, cayera en manos de los opositores al MPLA, apoyados por la entonces Zaire, Estados Unidos y Sudfrica, donde imperaba el apartheid, el rgimen de segregacin racial institucionalizada en perjuicio de la mayora negra que rigi hasta 1994.
Junto a la gloria de los grandes combates, que por estos das se cuenta en un espacio diario que transmite la televisin cubana y en otros medios de comunicacin, la campaa trastorn tambin en mayor o menor medida la vida de quienes participaron en ella.
Mi hermano jams menciona el tema de la guerra, dijo a IPS ngel Santiesteban, hermanastro de Jorge Luis Villazn, un hombre que nunca volvi a ser el mismo tras su paso por la zona de combate en frica austral.
Leyendo sus cartas pudimos descubrir que se estaba perdiendo en el tiempo, en cada desgarramiento existencial que sufra iba dejando su esencia, su personalidad. Aprend que uno no slo muere fsicamente, tambin hay muerte de espritu, asegur..
El oficial retirado Rafael Alemay, hoy de 60 aos, entiende que las afectaciones psquicas no fueron generalizadas. Yo creo que el cubano soport, y se vea campechano en las condiciones ms difciles, en los lugares ms remotos, sostuvo.
Alemay vivi momentos de gran peligro durante la batalla decisiva de Cuito Cuanavale a inicios 1988, cuando la artillera sudafricana bombardeaba da y noche las posiciones cubano-angoleas y l se desempeaba como jefe de la defensa antiarea.
A 10.000 kilmetros de distancia y lejos de los disparos y las explosiones, en los hogares cubanos se sinti la guerra de otra manera.
Miriam Cruz, de 57 aos y esposa de Jimnez, recuerda que por las noches se trasladaba al litoral de La Habana para mirar el mar con su hijo de ocho aos, para no pelear tanto en la casa.
Por su parte, la madre de Villazn lloraba cada vez que abra el armario o haca la comida preferida de su hijo.
Nos pasamos dos aos esperando el aviso de la muerte de mi hermano. Cuando el cartero silbaba, mi madre se pona tensa y casi nunca poda ir a recibir la carta o el telegrama, relat Santiesteban.
Segn cifras del gobierno cubano, en todas las misiones internacionalistas que se realizaron en frica desde comienzos de los aos 60 hasta la retirada del ltimo soldado de Angola, el 25 de mayo de 1991, murieron 2.077 personas nacidas en esta isla.
Los restos que pudieron ser recuperados no descansaron en tierra cubana hasta diciembre de 1989, cuando fueron repatriados durante la llamada Operacin tributo.
No existen estadsticas sobre secuelas de la guerra como heridas, mutilaciones y otras enfermedades procedentes del continente africano. Entre los militares que regresaban de frica a mediados de la dcada del 80, se detectaron los primeros casos en Cuba de infeccin por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
En esas tres dcadas, la isla apoy movimientos guerrilleros y gobiernos de izquierda en numerosos pases africanos como Argelia, Mozambique, Etiopa, Guinea-Bissau y el Congo.
La cooperacin con Angola no se limit solamente al campo militar, sino que se extendi a la medicina, la educacin, las construcciones y otros sectores de la economa e incluy a ms de 50.000 colaboradores civiles.
Olga Zayas, una profesora de 62 aos en la actualidad, prepar entre 1977 y 1979 a trabajadores docentes angoleos que luego dirigiran escuelas. Nunca antes me haba sentido tan til, tan necesaria desde el punto de humano, confes a IPS.
Su paso por aquellas tierras le dej la sorpresa de un hijo, a pesar de los dictmenes mdicos que la haban diagnosticado como estril. Al retornar a Cuba en 1979, tena cinco meses de embarazo, record.
Angola fue tambin escenario de las confrontaciones de la llamada guerra fra entre Estados Unidos y la hoy disuelta Unin Sovitica. Segn la bibliografa militar cubana, Washington respald con asesores y armamento a la opositora Unin para la Independencia Total de Angola (Unita), que sostuvo su beligerancia hasta 2002.
Del otro lado, el ejrcito angoleo recibi asesora y pertrechos de la Unin Sovitica. En la fase final de la conflagracin, alrededor de 53.000 militares cubanos combatan en aquella nacin africana.
Tras 13 aos de guerra, el 22 de diciembre de 1988 se firmaron los acuerdos de Nueva York entre Cuba, Angola y Sudfrica, con la mediacin de Estados Unidos.
As, Sudfrica entreg la soberana a Namibia y las tropas cubanas iniciaron su retirada.
Durante una visita a La Habana, en julio de 1991, el lder sudafricano Nelson Mandela afirm que el fracaso militar del rgimen racista de Pretoria haba sido decisivo para librar a frica y a su pas del azote del apartheid.
+ Fuerzas Armadas Revolucionarias (http://www.cubagob.cu/otras_info/minfar/far/pfar.htm)
(FIN/IPS/da/dm/ip hd/sl/05)