Sabemos que hay manos y ojos y pies por el país, tratando de prolongarnos la noche. Sabemos lo que están haciendo. Sabemos que lo que no fueron capaces de conquistar con ideas a favor de la gente, lo intentan por la fuerza y el terror, en contra de millones de bolivianos y bolivianas.
El terrorismo es un cáncer de laboratorio, creado por quienes no soportan que este país se eleve digno sobre las puntas de sus pies. Y este laboratorio necesita ratones locales. Y ya sabemos también quiénes son.
Sabemos que la defensa de la dignidad puede llevarnos a lugares de mucho dolor, pero preferimos ese dolor a la vergüenza de ser indignos.
En el inicio del ser humano el dolor es la antesala de la felicidad del nacimiento, lo que presupone una nueva vida por delante. En eso estamos. Y no es suficiente estar, también hay que decir dónde uno está, y eso hacemos ahora. Estamos aquí, en Bolivia, releyendo la declaración de la Junta Tuitiva, y retomando su espíritu decimos quiénes somos: Somos quienes guardamos la patria, amparamos el país que la contiene y defendemos a las naciones que la conforman.
No aceptamos otro título que el que modestamente ostentamos: Colectivos urbanos cansados de ver con una mezcla de tedio y fastidio cómo los grupos fascistas, apoyados por históricos enemigos extranjeros, y por medios de comunicación que hace tiempo abandonaron la verdad, intentan a nombre del miedo robarnos lo que por derecho nos corresponde: una Bolivia digna y soberana.
No tenemos (todavía) la fuerza para imponernos contra ellos, pero tenemos la lucidez suficiente para denunciar públicamente las operaciones de destrozo de una Bolivia que no quiere, y entiéndase bien, “NO” quiere volver atrás. Porque conocemos a Bolivia desde su nacimiento, y nos negamos a la jugada de los reaccionarios que pretenden que todo se olvida, como si las páginas de la historia de nuestro país fueran apenas pizarrones, donde podemos borrar lo que ocurrió ayer para inscribir el hoy. Hay que profundizar lo cambios, mejorar lo mejorable, empujar el carro del porvenir y vivir trabajando para todos y todas, que es la mejor forma de mantener la paz y la felicidad a la que tenemos derecho.
Por tanto:
1. Apoyamos el proceso de cambio en todos sus aspectos, dispuestos a festejar los aciertos y mostrar autocríticamente los errores, para seguir avanzando.
2. Denunciamos los intentos terroristas que pretenden dividir al país y bañarlo en sangre, de lo que no nos podríamos recuperar en mil años. Exigimos la investigación y el castigo de todos los implicados.
3. Demandamos la aplicación de la nueva Constitución Política del Estado, que nos abre la posibilidad de entender y compartir el sueño de un país donde quepamos todas y todos.
4. Asumimos el compromiso de la construcción colectiva de las autonomías desde las ciudades y regiones, para que en el intercambio de las nuevas ideas y necesidades regionales, podamos construir un país tan generoso como poderoso.
5. Convocamos a ciudadanos, ciudadanas y colectivos urbanos a sumarse a esta construcción.
Bolivia, 7 de junio del 2009.
Colectivo Urbano por el Cambio (CUECA)-Cochabamba; Colectivo Comuna-La Paz; Colectivo Rebeldía y
Comité Organizador Encuentro Social Alternativo- Sta. Cruz; Centro de Marcha Colectiva-Sucre.