El poeta cubano Agustín Acosta —enamorado de la campiña cubana—, describió al pueblecito matancero de Jagüey Grande con estas palabras: “Si fuera posible que en el llano que es su cuna se pueda elevar siempre como una montaña el buen gusto y el amor…”. Esta expresión, escrita hace más de setenta años, marcó el comienzo del encuentro que recientemente unió en la sede de la biblioteca municipal jagüeyense a gentes del proyecto Limón Limonero y a quienes llegaron del Centro Memorial Martin Luther King (CMMLK).
Esta vez nos convidaban los programas de Comunicación y Educación Popular (CMMLK). El local, repleto de personas, y no sabíamos bien qué hacer. Los niños y las niñas con sus bibliotecarias (Loly y Mary) dibujaron un jagüey verdísimo con sus sonrisas, sus ensueños: “Este no es un árbol cualquiera, es un árbol que ha extendido y extenderá sus ramas y raíces para dar vida y para ofrecerla. Luego Erika declamó versos de su papá, y se completó con frases, sonrisas, poemas y canciones…
Y llegó el principal pretexto que traían los del Centro: la presentación de Efemérides de Cuba y el mundo. ¡Y vaya qué sorpresa: diseñado en verde! El libro, en soporte digital, es una investigación realizada por Eduardo Pedraza González que, durante veinte años, se dedicó a recopilar diariamente los principales acontecimientos que han movido el mundo más cercano a nosotras y nosotros. Todo relacionado con la tierra a la que debemos mantener tan verde (y azul) no solo en la esperanza inerte, sino en el renovado batallar.
Según José R. Vidal, del Programa de Comunicación popular del CMMLK, “esta multimedia, producto comunicativo de nuestro Centro por el 25 aniversario de su fundación, no podía tener mejor sitio para presentarse que en este verde patio de la Biblioteca Municipal Antonio Maceo que siempre nos ha abierto sus puertas y nos ha ofrecido su hospitalidad”.
Y a todo este barullo de emociones se sumó Esther Pérez para hablar del más reciente número de la revista Caminos, de la inacabada historia del Luther King y de sus nuevas voces y miradas; y Llanisca Lugo pidió hacer grupitos y parejas para que nos contáramos entre los “de afuera” y los de “adentro”, algunas cosas sobre la Cumbre de Río+20 y saber qué está pasando en nuestro amenazado ecosistema y cómo esto impacta nuestra realidad diaria. Y a toda esta algarabía se sumaron funcionarios del Partido, el gobierno local, y el CITMA, y la gente llana y sencilla que ya sabe que se acabará el agua y el planeta se calentará cada día más.
Mientras dejamos atrás la Biblioteca Municipal de Jagüey Grande —sitio donde por más de quince años se han ido haciendo realidad algunos de los proyectos, iniciativas y sueños del Centro—, sentimos reverdecer los sentimientos originarios que nos juntaron esta mañana: el verde sueño de abrazarnos todas y todos como hermanos por un mundo mejor.
Las nubes blancas de la tarde se coloreaban del verde-azul de nuestro cielo cuando entroncamos la autopista. Junto a nosotros el verde jagüey construido por los niños y las niñas. Delante, el impreciso horizonte hacia lo cotidiano. Detrás, el espíritu del jagüey que abraza y enraíza a sus vecinos para envolvernos en su amor. Una canción de despedida: “Este es un día de esos de locos cumplidos… este es un día de esos para renacer”.