A propósito de ¿Hacia dónde va Cuba? Editorial Caminos, La Habana, 2019
Por Gilberto Valdés Gutiérrez
En algún lugar he expresado la impresión de que, en el debate tanto público como privado, sobre el proceso de actualización en curso, es posible percibir un deslinde entre posiciones que convencionalmente podríamos llamar de “izquierda” y de “derecha.” En el primer caso encontramos posicionamientos críticos que cuestionan la presunta carencia de una proyección más explícitamente socialista del texto constitucional aprobado, y que de alguna manera reaccionan ante quienes sobrevaloran el papel de las formas no estatales de propiedad, en especial, de la propiedad privada. Sin dejar de expresar preocupaciones válidas ante el temor de que en el futuro avancen ideas de quienes pretendan colocar el mercado capitalista como principio de organización de la sociedad, (abogando por sus supuestas bondades frente a la estatalización dogmática), algunos de esos juicios coinciden paradójicamente con la visión doctrinaria antileninista que se satisface con una preceptiva apriorística sobre las etapas del proceso socialista. En época de la NEP, Lenin, a este tipo de críticos los catalogaba de plañideras del socialismo.
En el caso de Ariel Dacal, la crítica no se dirige de manera abstracta hacia las formas no estatales, incluso, ni contra la gestión y propiedad privadas, sino contra quienes consciente o inconscientemente, piden que se desplieguen las condiciones necesarias, para que la propiedad privada, se erija en presunta salvadora de los problemas y contradicciones socioeconómicas acumuladas tanto en el plano estructural como en el político y simbólico.
Los dardos críticos de Ariel se dirigen contra las narraciones e imaginarios conque algunas personas edulcoran la defensa a ultranza del reino omnipotente de la propiedad privada.
Ubicamos en el campo de la derecha a quienes no satisfechos con el lugar legítimo otorgado en el proyecto a las formas de propiedad y de gestión no estatales, esgrimen argumentos cercanos a los códigos ideológicos del neoliberalismo. No hay que ser adivinos para comprender que la estrategia imperialista que impulsa la ola neoliberal en toda la región va a mantener su presión sobre Cuba, calculando que el deseado fracaso de la actualización abrirá las puertas a la restauración capitalista. Por eso resulta importante la aseveración constitucional de que Cuba no regresará al capitalismo. La estrategia imperialista no descarta crear condiciones objetivas y subjetivas para implementar un plan específico de golpe suave para Cuba.
En estos escenarios de agudización de la lucha ideológica, es deseable el debate enriquecedor, pese a las diferencias entre los distintos visones de izquierda. La heterodoxia que supone esa diversidad debemos asumirla como riqueza de aprendizaje para consensuar las proyecciones estratégicas de la Revolución cubana.
Un leitmotiv se revela como trasfondo de la diversidad temática del libro: la necesidad de aguzar el pensamiento político revolucionario a la hora de fundamentar y evaluar las transformaciones inherentes al proceso de actualización, que otorgue legitimidad, coherencia y eficacia a la acción partidista correspondiente.
Conociendo su proverbial sentido del humor, ya me lo imagino, parafraseando a Tintan, cuando decía a su carnal Marcelo “no me defiendas, compadre”, él me diría: -gracias, Gilbert, no me elogies. Pero yo sí insisto en elogiar, más allá de las discrepancias que en uno u otro caso podamos tener, por la honestidad intelectual, política y humana del autor de los textos reunidos en el libro ¿Hacia dónde va Cuba?, que la editorial Caminos del Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr. ha tenido a bien publicar.
De modo que, es justo elogiar a este todavía joven intelectual, destacado educador popular, y amigo leal. Creo que, para la sanidad del debate político revolucionario en nuestra sociedad, si Ariel Dacal no existiera, habría que inventarlo. Necesitamos su voz audaz, pedagógica, problematizadora, para la tarea permanente plurigeneracional de ensanchar el corredor político- cultural crítico, no capitalista en la sociedad cubana.
Dónde se puede comprar el libro? Muy esperado un análisis de este tipo desde el CMLK Jr.