Las cosas no podan haber sido ms complicadas: en Alemania todava no hay nuevo canciller porque los primeros resultados oficiales de las elecciones legislativas arrojaron un empate entre las dos grandes fuerzas polticas del pas.
Las proyecciones sobre los datos inicialmente difundidos por las autoridades muestran que las alianzas encabezadas por socialdemcratas y democristianos consiguieron igual nmero de escaos en el parlamento, con 222 diputados cada uno.
Si en las prximas horas los cmputos oficiales confirman la tendencia, el resultado final de las elecciones alemanas podra definirse en un distrito de Dresde, la capital de Sajonia, cuya votacin fue postergada hasta el domingo 2 de octubre, a raz de la muerte de la candidata del Partido Nacionaldemcrata, de tendencia neonazi. En esa localidad estarn en juego los votos de 220 mil ciudadanos.
Ni siquiera la irrupcin en la escena electoral del nuevo Partido de Izquierdas creado por el poscomunista Partido del Socialismo Democrtico, disidentes de la socialdemocracia y sindicalistas opositores a las reformas del canciller Gerhard Schroeder podra inclinar la balanza, toda vez que los lderes de esta formacin poltica rechazaron la formacin de cualquier alianza.
Las urnas cerraron a las 18 horas en punto y 15 minutos despus las autoridades electorales difundieron las primeras cifras oficiales de la contienda.
Schroeder, por la coalicin socialdemcrata (SPD) y ecologista (verdes), result ser el candidato perdedor, pero Angela Merkel, por la alianza democristiana y socialcristiana (CDU/ CSU), no fue proclamada vencedora y qued en suspenso la posibilidad de que sea consagrada como la primera canciller en la historia de Alemania.
Los resultados de CDU/CSU significaron una “derrota personal” de Merkel, evalu el presidente del SPD, Franz Munterfering, al enterarse de los primeros datos electorales.
En este mismo sentido, la prensa de Berln present en sus ediciones el balance electoral. “Es una debacle para las Uniones Cristianas y su candidata a la cancillera. Nadie pens que estaran tan lejos de sus resultados de 2002”, coment el diario Frankfurter Allgemeine.
Pero el hecho es que ni uno ni otro partido obtuvieron los 300 escaos necesarios para tener el derecho a designar al jefe del gobierno alemn, por mayora simple, aun cuando formen coalicin con aquellos que tradicionalmente les han respaldado para lograr mayora: el SPD con los Verdes y CDU/CSU con los liberales (FDP).
En este pas, los votantes no eligen directamente al canciller o jefe de gobierno, sino que lo hacen de forma indirecta, por medio de los diputados de la Cmara baja o Bundestag. En las legislativas, cada elector alemn cuenta con dos votos. Uno es para escoger al representante del distrito y otro para apoyar la lista de candidatos designados por los partidos, de acuerdo con el sistema denominado DHont. De esta manera, el Bundestag queda compuesto por 299 diputados provenientes de los distritos electorales (directos) y otros 299 que surgen de la proporcin de votos otorgados a los partidos.
Fuera de toda prediccin de los centros de investigacin de la opinin pblica, los liberales lograron 9.8 por ciento de la votacin y se convirtieron en la tercera fuerza poltica en Alemania, seguidos por el Partido de Izquierdas, con 8.7 por ciento.
La alianza CDU/CSU recibi 35.2 por ciento de los votos (3.2 puntos porcentuales menos que en 2002), lo que le dio una ventaja de 0.9 puntos porcentuales sobre el SPD, que se adjudic 34.3 por ciento de las boletas. Por s mismo, CDU recibi 27.8 por ciento de los cmputos, lo que signific una prdida de 1.7 puntos en relacin con los resultados de hace tres aos.
A pesar de la incertidumbre, Schroeder y Merkel reclamaron para s la victoria.
“Me siento confirmado para seguir al frente de un gobierno estable”, afirm Schroeder, quien adems anunci el inicio de negociaciones con todos los dems partidos para formar nuevo gobierno.
Schroeder desestim adems “las aspiraciones del CDU de formar gobierno tras el desastroso resultado que alcanz”. Es tiempo, agreg el canciller, “de continuar con el proceso de reformas, con la renovacin del pas, sin poner en peligro la cohesin social” en un nacin que debe mantenerse como “una potencia media consagrada a la paz”, con “sensibilidad ecolgica”.
El problema de los socialdemcratas y de los verdes para seguir a la cabeza de la administracin del Estado es que quedaron muy lejos del 43 por ciento de votos requerido para ser mayora. En crculos polticos se manejaba la opcin de una gran coalicin entre el SPD y CDU/CSU, pero los ataques mutuos llevaban la discusin a un callejn sin salida.
Schroeder adelant la posibilidad de aceptar esa gran coalicin, siempre y cuando l contine como canciller. Merkel dej entrever que est dispuesta a invitar a otros partidos a la negociacin.
Esto se interpretaba como un claro mensaje para Joschka Fischer, de los verdes, quienes en el ltimo ao ha experimentado cierto distanciamiento con los socialdemcratas. Schroeder, por ejemplo, decidi convocar a elecciones anticipadas sin consultar con sus aliados.
Pero si en algo estaban de acuerdo socialdemcratas y democristianos es en su absoluta negativa a unirse al Partido de Izquierdas, representado por Gregor Gysi, ex lder poscomunista, y Oskar Lafontaine, ex dirigente de los socialdemcratas, ahora enemigo declarado de Schroeder. Esta formacin dispondr de 53 escaos 51 ms que en la pasada legislatura y qued consolidada como la primera fuerza poltica en el este de Alemania. Sus dirigentes han insistido en las ltimas semanas en definirse como una opcin de izquierda democrtica, no radical.
Pero tampoco los dirigentes del Partido de Izquierdas desean aliarse con Schroeder.
“No podemos unirnos a ningn partido que siga el rumbo de la Agenda 2010 (el plan de reformas del canciller socialdemcrata)”, sostuvo Lothar Bisky, presidente de la nueva organizacin.
Para complicar ms la posibilidad de alianzas, el presidente de los liberales, Guido Westerwelle, afirm que su agrupacin slo est dispuesta a formar alianza con CDU o de lo contrario “iremos a la oposicin”.
Las cosas no pintan fcil y ser en los siguientes das cuando empiece a vislumbrarse un resquicio de solucin, una vez que los partidos ms fuertes acepten hacer concesiones.
Fuente: La Jornada, Mexico