¿Cómo es el trabajo que realizan ustedes de solidaridad con Cuba desde Estados Unidos?
Nuestro trabajo en defensa de la revolución cubana comienza en los años 70, nosotros en aquel momento éramos jóvenes cubanos que habíamos salido con nuestras familias de Cuba en los primeros años del proceso revolucionario.
Éramos de familias burguesas que habían sido desplazadas del poder, pero que sobre todo temían una invasión norteamericana al país, como luego sucedió en Abril de 1961.
Aunque muchos pensaban regresar, no lo hicieron y con el tiempo fuimos tomando conciencia, primero publicamos una revista llamada Areito, que ahora tiene una versión digital y en el año 1977 organizamos el primer viaje en respuesta a una invitación del gobierno cubano y es así como se integra la brigada Antonio Maceo.
¿Durante estos 50 años en que ha cambiado la colonia cubana en Miami?
Hemos tenido cambios porque la emigración cubana ha ido cambiando también, para que te hagas una idea, hoy en día según censos oficiales de Estados Unidos, el 70% de los cubanos que viven en Norteamérica salieron después del año 80. La mayoría de ellos tienen las mismas necesidades que cualquier emigrado normal con respecto a su país de origen y las necesidades de relacionarse con su familia.
Por esto ha cambiado sustancialmente el trabajo político que nosotros hacemos en Miami, que se basa en crear un frente amplio entre aquellos que estén en contra de la política agresiva contra el pueblo cubano, en contra del bloqueo, con aquellos que exigen que se persigan a los terroristas que atentan contra la Isla y que queremos que se normalicen las relaciones entre ambos países.
Dentro del trabajo de solidaridad con Cuba ¿que están haciendo por el caso de los Cinco?
Incluso antes que se diera el caso de los Cinco nosotros siempre hemos rechazado el uso del terrorismo como método legitimo de oposición al gobierno cubano, cuando ocurrió el arresto de los Cinco y después su juicio y su condena nosotros inmediatamente nos manifestamos en contra de ese juicio de los procedimientos utilizados y de la condena, porque precisamente los Cinco estaban para combatir el terrorismo.
En el año 2002 el Comité Nacional de Solidaridad con los Cinco del que formamos parte, impulsó una iniciativa para publicar una página completa en el New York Times, para que te hagas una idea en Miami se reunió la mayor cantidad de dinero, fueron 11 mil dólares de los 50 mil que se necesitaban, en el 2004 otra campaña para publicitar el caso los cubanos en Miami contribuyeron con 27 mil, todo esto fueron por donaciones pequeñas porque ninguno de nosotros somos millonarios.
Además tenemos un sin número de actividades en Radio Miami, realización de documentales, coloquios en lugares públicos etc.
¿Por hacer todo esto han sufrido atentados?
Nosotros estamos continuamente bajo la amenaza de los terroristas y de la violencia, hace 30 años nos asesinaron al compañero Carlos Muñiz Varela, que era miembro del Comité Nacional de nuestra organización que fue asesinado en San Juan de Puerto Rico por elementos de la extrema derecha cubana y sus asesinos nunca han sido llevados a los tribunales.
¿En este trabajo que ustedes llevan adelante, como es la relación con la administración?
Nosotros nos mantenemos dentro de la más estricta legalidad en nuestro trabajo a favor del pueblo cubano, pero las leyes norteamericanas rigen el tipo de relación que podemos tener con Cuba y durante los últimos diez años se han ido endureciendo.
¿Qué cambios puede llevar adelante el presidente Obama?
Yo creo que hay una voluntad por parte del nuevo presidente, que además la ha manifestado en muchas ocasiones, de reevaluar la política de Estados Unidos hasta el presente, además hay un sector de poder en Estados Unidos que exige ese cambio de política, porque esa política no cumple los requisitos de los intereses norteamericanos, ni en Cuba ni en la región, por lo tanto entorpece, es fallida y es obsoleta, no tiene ningún sentido, sólo responde a su orgullo imperial.
Que además les lleva a más desestabilización dentro de los propios Estados Unidos, como por ejemplo en la cuestión migratoria, que si bien hay unos acuerdos de septiembre del 1994 y mayo 1995 que rigen el flujo migratorio desde Cuba hacia Estados Unidos, hay un hueco gigantesco que hace que peligre esa normalización del flujo migratorio que es la ley de ajuste cubano.
También hay sectores del comercio que presionan por que quieren tener relaciones con Cuba, que haya la posibilidad del crédito que lo sustente, como ocurre en cualquier parte del mundo, además existen sectores progresistas y liberales que consideran que estas medidas atentan contra los derechos fundamentales de los ciudadanos estadounidenses y también de los cubanos.
Este conjunto de situaciones y de intereses visibles obligan también a un replanteo de la política a seguir con Cuba, no es sólo el presidente Obama.
Aunque creo que Obama tiene la disposición de hacer cambios, pero tiene su propio tiempo, su propio ritmo, tiene sus prioridades políticas que son para él en este momento de más importancia que un cambio de política hacia Cuba de manera inmediata.