Mireidy Ramirez Trimiño, Red EP El Salvador, Guantánamo. Cuba
Me cuesta un poco emitir criterios sobre algo que aún no he vivido, pues todavía no soy una militante internacionalista; pero precisamente compartir con personas de las dos redes que anima el CMMLK: la de Educadores y Educadoras Populares y la Red Ecuménica Fe por Cuba, hizo que se revolucionara mi yo interno respecto a mi espíritu solidario con América Latina.
Fue impresionante compartir con miembros de ambas redes en el taller de devolución de experiencias adquiridas en procesos de acompañamiento, formación y otros roles desempeñados en el continente por este grupo de amigos y amigas de Cuba que tienen, al igual que yo, un sentido de responsabilidad política con la Revolución, con el dolor de los otros y las otras presentes en el día a día.
Estas vivencias contadas con lágrimas en los ojos y el corazón abierto, marcaron pautas en mí, ocasionó rupturas en mis pensamientos, me enamoré de estas lecturas diversas y empecé a querer más a la América Latina a partir de las historias reales contadas.
El internacionalismo contado por Adonis en la Florestan Fernandes, por Adiel en la José Carlos Mariátegui en Argentina y por Magda en el acompañamiento en el Salvador, llenaron mis ojos de lágrimas y siendo sincera, viví esos momentos, sentí una nostalgia inmensa en mi corazón con sentimientos muy profundos por la solidaridad hacia América Latina, esa que practico desde mi cotidianidad por naturaleza y que se ha fortalecido con los aprendizajes del CMMLK, lo cual agradezco; y mi contribución a ello es el compromiso de fortalecer los valores que sustentan esta familia en movimiento que somos, que con solo esas vivencias hizo crecer mi internacionalismo desde dentro, desde mi contexto: la Red EP en el Salvador, Guayacán, en fin, Guantánamo que es mi motor, el que me impulsa a la solidaridad, a la esperanza, a poner los desafíos de la América con nuestra Cuba actual, con nuestra autoestima revolucionaria, con el proyecto cubano que ha sido y será mi lucha.