La lucha antisistémica, la defensa y los defensores de los territorios y la justicia de género, constituyeron los tópicos centrales del Seminario Internacional de Pedagogía y Formación Política: Retos de la Educación Popular Ambiental efectuado en la ciudad de Pinar del Río. Con sede en el Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible (Ceprodeso), el encuentro reunió a representantes de organizaciones internacionales de todos los continentes.
Pertenecientes a la federación ecologista Amigos de la Tierra Internacional, los participantes buscaban concepciones pedagógicas de la Educación Popular Ambiental para construir procesos emancipadores que permitan romper con los cánones hegemónicos que impone la sociedad capitalista y patriarcal.
A decir a Jesús Figueredo, miembro de la Red de Educadoras y Educadores Populares que anima el Centro Memorial Martin Luther King Jr., es preciso visibilizar lo que el propio sistema de dominación invisibiliza: “Se debe concebir un proceso en el cual la gente vivencie otras relaciones de poder, desde las cuales se naturalice y transformen las relaciones de dominación”.
Ante un mundo transversalizado por el consumo mercantilista desmedido, no solo de bienes y productos, sino también de información e ideología, Karin Nasen, presidenta de ATI resaltó la necesidad de una mirada crítica y responsable. “Los materiales que circulan no analizan a fondo la lógica de producción del sistema capitalista y las empresas transnacionales, sino que lo plantean como un exceso desde un sentido simplista de los acontecimientos”, argumentó.
Juan Francisco Santos, coordinador de Ceprodeso, desde donde se anima la red de Educación Popular Ambiental, destacó en los debates la diversidad de contextos que median las prácticas: “podemos encontrar sujetos muy conocedores, pero con poca formación política para enfrentar o asumir los procesos”.
La construcción colectiva de saberes devino método pedagógico por excelencia al reconocer que no existen conceptos acabados sino concepciones transversalizadas por experiencias y prácticas propias.
Como consenso grupal resultó la necesidad de una pedagogía de la autodeterminación para la soberanía de los pueblos y el desmantelamiento del sistema opresor al cual están sometidas las naciones.