“Nuestra lucha es por la justicia, y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos. Nuestra lucha es por la historia, y el mal gobierno propone olvido.”
Cuarta Declaración de la Selva Lacandona. Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
El jueves 27 de Mayo estuvo acompañándonos en Costa Rica Berta Cáceres, dirigente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), dirigente del Frente Nacional de Resistencia y anteriormente integrante de la papeleta de la candidatura independiente a la Presidencia (encabezada por Carlos H. Reyes, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Bebida y Similares).
Berta, Carlos y demás integrantes de la candidatura independiente se retiraron de las elecciones organizadas por la dictadura michelletista.
La excusa de la venida de Berta fue participar en el foro: Todas somos Betty Cariño: Mujeres, lucha social y resistencia. Betty, amiga personal de Berta, era una activista por los derechos humanos, recientemente ajusticiada por los militares oaxaqueños.
El olvido. Hace un par de semanas mi compañera me informó que venía Berta Cáceres y que se quedaba en casa. Mucha fue mi alegría, era un honor recibir a una de las dirigentes más reconocidas de la izquierda hondureña y mesoamericana en casa: parte de la primera peregrinación lenca en 1994, organizadora de levantamientos y ocupaciones de varias embajadas (entre ellas la nuestra y la sede de la ONU), impulsora de los Encuentros Hemisféricos contra la Militarización. Su organización, el COPINH, fue una de los primeras que denunció la orquestación del golpe de Estado.Nosotros se lo dijimos a ese jodido (refiriéndose a Mel Zelaya), pero no nos paró bola nos cuenta Berta mientras cenamos.
Una extraña sensación acompañaba mi alegría de compartir con Berta, la sensación de que en Costa Rica casi nadie sabía quién es Berta Cáceres. Este olvido y desconocimiento es claramente un hecho que tiene que ver con los dispositivos de dominio que generó el Golpe de Estado hondureño.
El olvido y el desconocimiento hace a la forma profunda del dispositivo colonial y neocolonial que vivimos/sufrimos en Centroamérica. Cuando Sandino y Miguel Mármol hablaban que Centroamérica era un solo país artificialmente dividido no estaban realizando una proposición ética abstracta, ni siquiera podría ser considerado un horizonte utópico de sentido, estamos en presencia de la captación por parte del pensamiento radical de las conexiones profundas del sistema de dominio y a su vez de las grietas que podrían abrir el paso a la revolución social.
Si Honduras funciona como el búnker militar del dominio imperial, Costa Rica funciona como el búnker democrático; ambos se conjuntan en un dispositivo de tenazas global. Parte del dispositivo del búnker democrático es el sistemático extrañamiento de las experiencias políticas populares del resto del área centroamericana. Recién orquestado el golpe militar-empresarial-clerical en Honduras, quién este año detenta el título de Académico Humboldt en la Universidad de Costa Rica (es decir alguien que se supone que sabe) dijo dos cosas sobre el Golpe de Estado que aún me retumban en el oído. Son dos cápsulas de ideología casi en estado puro:
1) El Golpe de Estado hondureño es producto de la debilidad de las instituciones democráticas.
2) Honduras no ha pasado aún el “punto de no regreso” democrático.
La ideología interpela a los costarricenses de la siguiente forma: Nosotros sí tenemos instituciones democráticas sólidas y ya pasamos el “punto de no regreso” democrático.Curioso… no estoy seguro que la característica del ariato sea la solidez de las instituciones democráticas; por el contario, lo evidente es que el poder costarricense tiende a ser corporativo, bastante similar al priato de la decadencia, pero sin sindicatos…
¿Cuál será esa institución democrática que funciona como si no tuviera punto de retorno? ¿El poder judicial independiente que permitió la reelección, el fraude y la violación de la autonomía universitaria?; ¿el Tribunal Supremo de Elecciones garante del Santo Fraude?; ¿el sistema de partidos (que en realidad son el mismo, pues tanto el ML como el PLN reciben el dinero de los mismo banqueros)?; ¿la asamblea legislativa?
Creo que el “punto de no regreso” nunca ha sido cruzado. Tenemos en común más de lo que creemos con la Resistencia Hondureña, curiosamente nuestra responsabilidad política con ella es, por decir lo menos, bastante modesta.
Quiero decir, si estamos tan seguros de nuestras convicciones democráticas, ¿por qué no produjo un escándalo generalizado el reconocimiento del golpismo hondureño a manos del ariato?. ¿No habrá alguna relación entre la conscripción de SINTRAJAP, la violación de la autonomía universitaria, los 23 acusados por delito de muchedumbres en Limón y el reconocimiento del golpismo hondureño?
Tal vez si la densa pesadez que produce la certeza que se vive en un país diferente se fuera esfumando podríamos aprender más de lo que Berta Cáceres nos vino a decir.
Las preguntas correctas. Oír a Berta Cáceres no puede dejar más que la sensación que, antes que respuestas inmediatas, lo que ocupamos son las preguntas correctas.
Un año ha pasado desde el golpe de estado y la más extraordinaria experiencia de educación y lucha han cruzado en ese pueblo.
Nos contaba Berta, después de recordar a Betty Cariño, la potencia de lo que enfrenta el pueblo hondureño.
Dos bases militares asentadas en Palmerola y la Bahía de Caratasca, la instalación del jefe del Comando Sur en tierras hondureñas, la presencia en las filas del ejército hondureño de mercenarios cubanos, venezolanos, colombianos y asesores yanquis e israelitas.
Honduras es su lugar de entrenamiento me explica Berta, pero eso no nos intimida dice sonriendo.
Pienso que esta mujer lenca, madre de tres hijas y un hijo, está en la lista de los 33 dirigentes sociales en peligro de ser ajusticiados por las bandas paramilitares que operan impunemente en Honduras.
Me explica nuevamente: En la universidad los compañeros de la SITRAUNAH, interceptaron unos chafas y les quitaron la lista inclusive esto le da risa ; solo las ancestras han evitado que me pase algo.
Lo más interesante es la experiencia del Encuentro por la refundación de Honduras, aunque Berta nos advertía: No basta una buena constitución, para acabar con la explotación en Honduras.
En el Encuentro mil delegados de todos los rincones de Honduras realizaron un simulacro de Asamblea Nacional Constituyente donde el pueblo hondureño construyó su propuesta para refundar Honduras.
Más de 20 asambleas simultáneas discutieron y esbozaron el proyecto constitucional de una nueva Honduras, centenares de delegados populares construyeron los conceptos y las propuestas para darle solución a las demandas históricas del pueblo hondureño: tierra, trabajo, aguas, territorio, autodeterminación y soberanía, etc.
¿Cuál fue el gobierno electo para dirigir este ejercicio de Constituyente? Una defensora de los derechos humanos, una indígena lenca analfabeta, un dirigente gay y un sindicalista magisterial. No puede haber testimonio más claro de que las diversas opresiones y explotaciones pueden ser articuladas en una propuesta anticapitalista, antirracista y antipatriarcal.
Le hago la pregunta obligada… pero ¿y las fuerzas armadas? la respuesta no se hace esperar serán abolidas, y bueno, usted sabe el poder popular tiene que poder defenderse.
No estoy seguro que el testimonio que Berta nos traía sea del todo comprendido. Espero que haya quebrado algunos prejuicios.
Berta repite mucho una frase cuando habla del COPINH: “nosotros no le pedimos permiso a nadie para hacer lo que queremos hacer”. Sencilla forma de emitir una compleja lección política.
por: Roberto Herrera Zúñiga, tomado de http://www.revistapaquidermo.com/tag/columna-%C2%A1que-panfle/#