El espacio constituyó punto clave para la reflexión en torno a las realidades económicas actuales y la problematización de aspectos puntuales del modelo de mercado imperante. De ahí la búsqueda de alternativas más socialistas como el cooperativismo, viéndolo como un modelo de gestión empresarial, diseñado para funcionar de la forma más democrática posible para sus asociados y asociadas, y otras personas externas a ella, en la cual sus integrantes tienen el mismo poder de participar en la toma de decisiones y sus ingresos o beneficios dependerán del trabajo realizado y los criterios que ellas y ellos decidan.
La riqueza de los debates estuvo protagonizada por la diversidad de experiencias presentadas. Entre ellas, la iniciativa de la Iglesia Presbiteriana Reformada de Taguasco, Sancti Spíritus, que se organiza desde la participación y busca la transformación de la comunidad. Para ello, mantiene una constante articulación con entidades estatales, lo que ha permitido un diálogo con las estructuras de gobierno municipal. Además de involucrar los altos directivos, la Iglesia abre sus puertas a todo el que quiera sumarse, sea creyente o no. Cuentan con proyectos de lavado de ropa, talleres de costura y de alimentación a las personas de la tercera edad, y un proyecto destinado al trabajo con las niñas y los niños. Todo esto sumado a la constante formación y superación bíblico-teológica, y las inmensas ganas de hacer de sus integrantes.
Desde la Unidad Básica de Producción Cooperativa “Orlando Canals Santos” de Las Tunas, compartieron que, desgraciadamente, la participación en la toma de decisiones es casi nula. La planificación de las actividades se hace de modo verticalista y el colectivo obrero tiene muy poco espacio para plantear sus ideas.
Otra de las visiones que se aportaron llegó desde instituciones comprometidas con la Economía Popular y Solidaria (EPS). Tanto las Facultades de Comunicación y Derecho de la Universidad de La Habana, como el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociales (CIPS) proyectan como meta la sensibilización de sus directivos con los temas del cooperativismo. Otra de las actividades relevantes que realizan es la asesoría y acompañamiento a procesos, además de investigaciones que tributan al fortalecimiento teórico y práctico de la EPS.
Las vivencias de los Talleres de Transformación Integral del Barrio (TTIB) de La Habana sirvieron para analizar la puesta en funcionamiento de los presupuestos de esta modalidad económica. Se presentaron las experiencias de mujeres formadas en diferentes oficios y temas de crecimiento humano, con mayor impacto en los municipios de Marianao, Plaza, Cerro, Habana del Este, Centro Habana, La Lisa y Arroyo Naranjo. De todas las iniciativas que llevan a cabo, tres están funcionando ya en forma de cooperativa (una para el cuidado de niños y niñas, una peluquería y una de textiles) y cuatro están en vías de lograrlo. No obstante, reconocen que a nivel general tiene una participación limitada debido al desconocimiento de las leyes económicas que rigen el trabajo cooperativista.
El taller también permitió un encuentro con Luis del Castillo, académico de la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana, quien mostró un mapeo de los emprendimientos económicos locales y la Economía Popular y Solidaria en América Latina, y las experiencias para el desarrollo local en Cuba.
Conscientes de las necesidades de apostar por el trabajo en conjunto y transformador, e incentivados por los momentos de intercambiados propiciados en el taller, las y los participantes llegaron al acuerdo de establecer continuidades que permitan la comunicación y articulación entre las diversas experiencias.
En los TTIB se propone realizar talleres de formación en Economía Popular y Solidaria con adolescentes y jóvenes de las comunidades, así como con mujeres emprendedoras, además de ampliar el radio de acción a los otros municipios de La Habana e involucrar paulatinamente a los decisores de los gobiernos municipales.
El CIPS trabajará en pos de lograr la mediación entre las empresas y las comunidades, insertar las empresas en los principios de la Economía Popular y Solidaria y realizar talleres de factibilidad económica de conjunto con la Facultad de Economía.
Por su parte, desde el Instituto de Filosofía, GALFISA propone el acompañamiento a cooperativas y emprendimientos que estén trabajando de forma cooperada y la realización de talleres de formación y seguimiento a las personas relacionadas con dichas experiencias.
De otro lado, la Iglesia Presbiteriana Reformada de Taguasco, intentará crear un proyecto de conjunto con la comunidad y en forma de cooperativa con los principios de la EPS, alrededor de la producción de una máquina de aceite. También ofrecerá talleres de formación y de factibilidad económica a todas las personas involucradas e interesadas.
La Red de educadores y educadoras populares en Las Tunas, impulsada por los obreros de la UBPC, propone realizar un mapeo con las posibles experiencias y alianzas para expandir la idea del cooperativismo, y de esta forma sensibilizar a todos los actores de la Red con los principios de la propuesta. Además, se insertarán en todos los espacios posibles sobre este tema que el CMLK convoque.
Otro de los ejercicios que ponderó el taller fue la construcción colectiva de ideas para el desarrollo de una campaña de comunicación sobre la Economía Popular y Solidaria que realizará el Centro Martin Luther King de conjunto con estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.