Una vez finalizada la segunda ronda de negociaciones para
resolver la crisis política que atraviesa Honduras tras el golpe de Estado
del pasado 28 de junio y ante la ausencia de un acuerdo que permita
establecer una solución al conflicto, el presidente de Honduras, Manuel
Zelaya, ha dado por agotado el diálogo con el gobierno golpista de
Micheletti después de que éste rechazara las propuestas del mediador Oscar Arias.
Esta propuesta incluía la formación de un Gobierno de unidad nacional así como la restitución de Zelaya en el poder. Zelaya estimó que “los golpistas se han burlado una vez más de la comunidad internacional”.
En cuanto al regreso a su país, declaró que ante el fracaso de las
negociaciones nadie puede impedir su retorno a Honduras y señaló que la
comunidad internacional tiene un reto y debe actuar. Por ello exigió el
endurecimiento de las medidas contra el Gobierno de Micheletti.
Un frente interno
En una rueda de prensa ofrecida en la Embajada de Honduras en Managua, el presidente legítimo de Honduras anunció la organización de un “frente interno” en su país para “derrocar” a los golpistas. Sostuvo que el artículo 3 de la Constitución hondureña establece el derecho a la insurrección y a la desobediencia civil. Entre tanto, en Honduras, los movimientos que apoyan a Zelaya anunciaron medidas más drásticas.
El presidente legítimo estimó que los golpistas están “retando al mundo
entero” y exigió particularmente a Estados Unidos que presione a las fuerzas armadas hondureñas, ya que afirma son las que están sosteniendo a los golpistas. Asimismo afirmó que las fuerzas armadas de su país guardan una estrecha relación con el Comando Sur de los Estados Unidos y con el Pentágono. Estimó también que si Estados Unidos presionara más a los golpistas “la asonada no duraría más que unas pocas horas”. Zelaya reveló que regresará a Honduras y reafirmó que no renunciara a su cargo.
Mientras, el Gobierno golpista recibe cada vez más rechazo. El Secretario
General de la Organización de Estados Americanos (OEA), declaró que en
Honduras prevalece una dictadura y que nadie en el mundo apoya al régimen de Micheletti. Asimismo, advirtió de que el organismo mantendrá y ampliará la presión a los golpistas.