Cuando hablamos hoy de organización, alma y rebeldía no es posible dejar de mencionar al Frente Nacional de Resistencia Popular, que nucleó, tras el 28 de junio del 2009, el despertar de la esperanza. Si bien el golpe de Estado significó el regreso a un pasado de militarismo y muerte, también le entregó fuerzas a estos días: las del pueblo que se alzó firmemente contra la dictadura del miedo y ha empezado a construir un verdadero poder popular surgido en cada asamblea, marcha, en esta larga vigilia por la vida.
América Latina mira con expectativas este momento de decisiones porque sabe que la historia ha dado a Honduras la misión de encender otra vez la luz de nuestras revoluciones. Seguimos su andar, su convencimiento de que llegó el tiempo de conquistar la utopía.
Acompañamos a Honduras en esta hora en que avanza hacia su refundación, en que vuelve a hablar de independencia, que, como dice Eduardo Galeano, es otro nombre para la dignidad.
Saludos fraternos y revolucionarios del Centro Martin Luther King,
La Habana, Cuba