Por Niubes Montes de Oca*
A los 33 te dicen que tienes la edad de Cristo y creo que como Él ya hoy el CMLK, con una madurez en su ministerio, ha recorrido disímiles ciudades e intrincados pueblos de nuestra Galilea, Cuba, para enseñar, predicar el Evangelio del Reino y sanar-salvar enfermedades y dolencias. Mt 9:35.
Soy una más de los tantos que damos gracias a Dios por su vida, pues le conocí cuando solo tenía 8 añitos (“Allá en el año 95”) pero ya había sido bendecido (Lc. 2:32) y se convertía en Luz para revelación de muchos y Gloria para nuestro pueblo.
Con varios talleres y los Socioteológicos I y II, se disfrutaba la Peña del Mamey1 con el anticapitalista Helio Gallardo. La relectura de la Biblia con nuevos espejuelos y sospechas nos movía el piso, nos destapaba los ojos y nos ardía el corazón de nuevas esperanzas y desafíos. Se reía, se aprendía a jugar de manera cooperativa y no violenta.
Y esas raíces hicieron un Pru2 de fermentos en nuestras vidas y en los lugares a donde se llegó con esos saberes. El CEPAS, coordinado por Adalys y facilitado por muchos que ni soñamos ser pastores (hoy líderes y lideresas de la Iglesia Cubana de estos tiempos), dio a Luz, junto a la Educación Popular, las bases o cimientos de ese tejido social que somos hoy.
El niño crecía (Luc 2:40) y se fortalecía y se llenaba de sabiduría (diversa y de colores) y la Gracia de Dios era sobre él. Llegaron los X, XX, XXV y XXX aniversarios. En todos se reafirmaba una y otra vez la voz profética citada. (Luc 4:18-19)
El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.
Junto con él caminaban amigos como Betto, Fernando Martínez Heredia y Alfonso Torres, de Colombia; múltiples y heterogéneos por AL y otras muchas partes del mundo. Entre ellos, Mujeres que preñadas cantaban como María, se rencontraban y abrazaban como Elizabeth, además, con sus criaturas que saltaban ya en sus vientres. Otras que nos guiaban y afrontaron desafíos como las Miriam y Dévora, también Clara, Esther y Martha. ¡Tantas vencieron miedos como la hemorroisa! ¡Hasta se atrevieron a tocar su manto! Y much@s fueron san@s y salv@s: los ciegos vieron, algun@s aprendieron a ser desafiantes (como la sirofenicia). A tod@s el CMLK nos dijo “Talita Cumi”.
¿Recuerdos?: Muchos álbumes de fotos, CDs y salvas en diversos formatos, muchos recuerdos y todos y cada uno de nuestros encuentros como talleristas, activistas o formadores son un desafío y disfrute a la vez; siempre pertinentes y permanentes; para nuestros corazones, saberes y vidas. ¿Ejemplos?: Algunos antiguos “Los Trifásicos con el RUD3”, o 4 Agostos de verano (hasta cambiando de espacio en medio del taller) debatiendo, confrontando, desaprendiendo y reconstruyendo nuestras Biblias con amigos e hijos, o formando nuevos lazos de familiaridad que se han convertido en eterno movimiento. Siempre con noches bohemias llenas de velas, guitarras y canciones. También las fiestas para “ricurancia y gozacitud”, “¿EL helado!”, café, té y muchos diálogos, debates y hasta discusiones fuertes, pero con amor. Les cuento que hubo algunos entre ciclones, conjuntivitis, pañuelos en nuestras narices o en “secreto a voces” del papel sanitario bien cerca.
¿Tristezas, muertes?: Claro, sí, algunos ya no están, pero tenemos la certeza de su resurrección como semillas y árboles conformando preciosos bosques. Y qué decir de ciclones, sismos y tornados. Sin palabras… Muchas manos, gestos y pechos con grandes corazones dijeron e hicieron mucho más.
¡AH! ¿Saben? ¡Al CMLK le salieron alas! Yo lo digo así cuando nos cuento en esas tantas noches de presentaciones, poesías y canciones: “Las Redes son como esas alas del ave, que develan las epifanías de lo que somos”. Sí, en su vuelo desde los Andes hasta la Patagonia y “un poquito más allá”. “¡Juntamos manos y sueños para cultivar siempre el jardín de la esperanza!”
Y llegaremos a ser como las águilas ¡fuertes y 40 años más! como nos enseñó el amigo.
Hermanos y amigos: ese niño, adolescente atrevido, ahora ya adulto joven, en pleno desarrollo de nuestro ministerio somos tú, yo; ella o él, como público a alcanzar. Somos nosotros mismos, esta familia linda que no se permitirá retroceder porque sus raíces han sido sólidas y no le permiten replegarse. No dejemos apagar esa luz que viene de nuestro interior y nos convoca a:
Con la plena conciencia de la madurez, pertinentes en la Cuba de Hoy; sin perder la alegría y la ternura del juego que nos enseña, ni lo lúdico de nuestras espiritualidades diversas; reorientemos nuestros horizontes para, con Fe y esperanza viva, continuar cultivando valores emancipatorios.
*La autora es pastora de la Iglesia Bautista (FIBAC) e integrante de la Red Ecuménica Fe por Cuba en Santa Clara