La máquina intenta el equilibrio haciendo la guerra fuera de su territorio; con violencia ha acumulado su fortuna, llevando el crimen a todos los rincones del planeta, con violencia intenta recuperarse nuevamente.
Refuerza su invasión en Afganistán, prolonga la dictadura en Iraq, junto con el sionismo promueve la construcción de más muros en torno a Israel, aumenta su apoyo al golpe de estado en Honduras, promueve desestabilización en Guatemala, Bolivia, Venezuela, Argentina y Ecuador. Aumenta su apoyo al gobierno fascista de Uribe en Colombia y calcula la guerra, presiona en El Salvador, mantiene la agresión contra Cuba.
Si bien la avanzada la hace inundando de agentes de la CIA en las zonas que invadirá o desestabilizará en Latinoamérica, también lo hace descaradamente a propósito de la tragedia natural en Haití; 16,000 soldados norteamericanos invaden el país en ruinas; toman el palacio de gobierno, luego el aeropuerto internacional, controlan los puertos marítimos, hacen custodiar sus costas con buques de guerra y actúan en total desentendimiento de la tragedia que ahí ocurre. ¿De qué se trata este nuevo ensayo? ¿No basta con el golpe de estado que dieron ahí hace unos años? Fuentes del movimiento social aseguran que existe una importante presencia de la CIA en el pequeño país. Hacen parecer también que preparan tropas para hacer una invasión semejante en Cuba, entonces tal vez sea otro ensayo, sino ¿cuál es el sentido de este ejercicio militar? Las razones humanitarias están totalmente descartadas. Obama es un fascista más en la Casa Blanca, Bush solía ser menos hipócrita.
Mientras la crisis capitalista motiva a la primera potencia militar del mundo a la ofensiva planetaria, un cálculo soberbio le hace olvidar que los pueblos del mundo no son los mismos. El despertar de la conciencia global como una unidad anti capitalista es un hecho real y mientras la América Latina no logra por si misma la radicalización necesaria de la lucha, el imperialismo obliga a una posición defensiva en dos, tres… muchas guerras de liberación.
En Honduras la Resistencia usa la estrategia de la lucha pacífica que favorece el proceso de aceptación nacional e internacional y demuestra que para derrotar la brutalidad imperialista se puede usar la astucia popular. La acumulación de fuerzas revolucionarias es inminente.
¡Venceremos!
¡Necedad!
OPLN
Tegucigalpa, M.D.C. lunes 25 de enero de 2010