Las fuerzas de izquierda y los movimientos sociales progresistas latinoamericanos y caribeños parecen decididos a poner luz roja a la arremetida que protagoniza actualmente la derecha en Nuestra América con el respaldo y financiamiento de Estados Unidos.
Dos encuentros paralelos, uno de las organizaciones e investigadores sociales en La Habana, Cuba, el XII Taller Internacional de Paradigmas Emancipatorios, y otro en Managua, Nicaragua, del Grupo de Trabajo del Foro de Sao Paulo (FSP), concordaron en que la unidad, la solidaridad y la lucha antimperialista con el ideario socialista como arma esencial son vitales hoy para detener la ofensiva de las oligarquías en la Patria Grande.
En la cita de La Habana, representantes de 23 países de la región que se extiende desde el Sur del Río Bravo hasta la Patagonia, debatieron acerca de las estrategias a seguir dirigidas a frenar la nueva oleada neoliberal que azota a sus respectivos pueblos.
El Taller Paradigmas Emancipatorios “Bertha Cáceres Vive”, auspiciado por el Instituto de Filosofía cubano y el Centro Memorial Martin Luther King, consideró que ante los constantes ataques contra la articulación del pensamiento revolucionario es necesario que el antiimperialismo forme parte de todos los movimientos sociales de la Patria Grande.
En una intervención en ese encuentro, el filósofo y ensayista cubano Fernando Martínez Heredia expresó que las clases dominantes no descansan, pero tampoco lo hacen las fuerzas y las organizaciones progresistas de Latinoamérica y el Caribe, en un claro mensaje al conservadurismo de que la izquierda no está de brazos cruzados.
Resaltó que los revolucionarios de la región deben apropiarse de máximas, postulados o prácticas características del líder histórico de la Revolución de la mayor de las Antillas, Fidel Castro, a lo largo de su vida, con el objetivo de conducir los esfuerzos por la emancipación definitiva de Nuestra América a feliz término.
Casi al unísono, el Grupo de trabajo del FSP, se reunió en la capital nicaragüense, en ocasión de la toma de posesión del reelecto presidente Daniel Ortega, para consensuar posiciones frente a la embestida derechista alentada y orquestada desde Washington.
En ese cónclave fue adoptado el “Consenso de Nuestra América”, documento que expone proyecciones para un programa político de acuerdos de la izquierda, los partidos y los movimientos populares de América Latina y el Caribe, el cual centrará los debates del XXIII Encuentro del FSP que tendrá como sede Managua en julio venidero.
En el referido texto el Grupo de Trabajo del FSP dedica el resultado de sus modestos esfuerzos al ejemplo y consecuencia revolucionaria del Comandante Fidel Castro.
Asimismo, subraya que entre sus inconmensurables paradigmas el líder histórico cubano dejó como herencia a los revolucionarios de la Patria Grande dos que destacan: la unidad y el internacionalismo consecuente.
La celebración en la victoriosa Nicaragua Sandinista de la XXIII cita del FSP, fundando en Brasil en 1990, será el momento oportuno para ponerle la luz roja definitiva a la arremetida conservadora, y acabar definitivamente con el repetido síndrome del “fin de progresismo” en Nuestra América.